La dieta Ramos, por Farinata
La dieta Ramos, por Farinata
Redacción EC

Los peruanos debemos al algunas revelaciones luminosas. Por un lado, fue él quien nos puso sobre aviso de que, mientras aquí lo buscaban en las catacumbas de San Francisco, estaba en Bolivia. Y por otro, acaba de compartir con todos los secretos de una dieta personalísima, que promete ser mucho más efectiva para la pérdida de peso que la Scarsdale o la del lagarto.  
Como se ha informado esta semana, el suspendido fiscal firmó el año pasado diversas boletas por un valor total de casi 12 mil soles –por ser pagados con fondos públicos– en la chicharronería La Tradición del Sabor, ubicada supuestamente en Lurín. Resulta, sin embargo, que esta solo existiría en el mundo de las ideas, pues en la dirección consignada en los papeles hay una vivienda donde nunca funcionó restaurante alguno. Es decir, lo que aparentemente se hacía hasta hace poco en la fiscalía era pagar por banquetes altos en calorías que luego no se consumían. ¿Acaso se puede pensar en un régimen de adelgazamiento más eficaz?

Si antes se decía que estar a dieta no impide ver el menú, ahora se podrá afirmar que pedirlo no supone llegar a verlo; y mucho menos, consumirlo. Queda establecida, pues, la dieta Ramos: se paga, pero no almorzamos.