Dos fujimoristas y medio, por Farinata
Dos fujimoristas y medio, por Farinata
Redacción EC

A falta de otras virtudes, el nuevo movimiento fujimorista tiene gracia. Cómico resulta, para empezar, el número de integrantes con el que cuenta. Basados sobre la experiencia, no hay que dejarse engañar por las firmas que aparezcan en los planillones electorales y únicamente cabe considerar como miembros estables del elenco a aquellos que están a la vista. Es decir, al propio ingeniero , a su abogado y a Kenji... Aunque a este último habría que contarlo solo a medias, pues no termina de desligarse de y tiene un pie a cada lado.

Aporta también una nota risueña a la puesta en escena del movimiento la confusión de roles que existe en su interior: se supone que el doctor Castillo es el defensor de Fujimori, pero a decir verdad, es más bien el ex presidente quien, a través de las cartas públicas en las que legitima su proceder político, defiende al abogado de los múltiples ataques de los legisladores keikistas, quienes no han dudado en retratarlo como un zapatero asaz ambicioso. Lo más festivo de todo, no obstante, es el nombre de la organización, que tiene poco de reivindicación de lo hecho o deshecho en los noventa y mucho de nostalgia de la campaña vargasllosista. Apenas podemos esperar a ver lo que nos traerá la segunda temporada.