Escobita vieja, por Farinata
Escobita vieja, por Farinata
Redacción EC

¿Es posible volver atrás en el tiempo? La literatura fantástica ha fatigado el tópico desde sus orígenes y ahora intenta abordarlo también. ¡Él, que como nadie conoció de su cruel fugacidad cuando fue canciller!

Como si de pronto estuviéramos otra vez en los días remotos en que el FIM tenía inscripción electoral y los reporteros debían cuidarse cuando abría las puertas de su auto, Olivera se pasea estos días por Lima y anuncia que no descarta postular a la presidencia, porque “ciertos grupos” le están escribiendo para que “asuma responsabilidades”. Algunas de esas cartas, al parecer, provendrían incluso del Vaticano.

Según el antiguo ostentandor de la escoba, además, el período en el que los radares políticos dejaron de registrarlo le ha servido para la reflexión. ¿Dónde estuvo? La versión oficial afirma que en España, pero algunos elementos en su discurso hacen pensar que quizá se internó más bien en los Himalayas y hasta conoció al . Su frase: “No podemos votar por el que roba pero hace obra”, por ejemplo, rezuma una sabiduría que promete remecer el debate electoral en el proceso que se avecina.

Atrás, entonces, los escépticos que dudan de que las cosas pueden ser iguales y aun mejores que ayer, pues, como se ve, todo está listo para viajar en tranvía otra vez y, como dice el vals, en cada paradero soñar.