Una mente brillante, por Sostiene Menéndez

Ya a ninguno sorprende que, de vez en cuando, Venezuela viva una violencia desenfrenada. Ataques aislados en lo que en líneas generales es un país pacífico, pero ataques al fin y al cabo. Bueno, venezolanos, a esos raros episodios les decimos ¡no más! No, al menos, si el plan de Nicolás Maduro tiene, como todos sus anteriores planes, un éxito irrebatible.

El programa en cuestión tiene dos niveles. Al primero lo llamamos, con cariño, “Yankee go home”. Como parte de este plan no solo se está, entre varias cosas, impidiendo entrada a peligrosos personajes como George W. Bush, sino que también se está haciendo público –para conocimiento del mundo entero– la serie de ataques psicológicos que han venido estresando al pobre Maduro durante estos dos últimos años. 13’700.000 ataques a su mente –si nos fiamos, como nos gusta hacer, de las cifras dadas por un canal estatal– habrían sido orquestados por el imperio. 

Al segundo nos referimos, con objetividad, como “Venezolanos seguros”. Gracias a esta estrategia, los venezolanos están siempre preparados para evitar llegar al uso de la fuerza. “Si funcionarios de la derecha tratan de llegar al poder por la vía de la violencia, le doy la orden al pueblo, junto con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a salir a las calles a defender la revolución”, dijo Maduro la semana pasada. Todo es parte de la “campaña permanente en defensa de la paz” en la que se encuentra el presidente. ¿Porque qué mejor defensa que una turba reclamando vivir en un país mejor?