No una, sino muchas muertes, por Farinata
No una, sino muchas muertes, por Farinata
Redacción EC

El video que muestra a sometiéndose al desde su refugio académico, allá en Estados Unidos, evidencia que ella no huye a los retos, pero también ha levantado algunas preguntas inquietantes. Para empezar, ¿quién es su modista? En segundo lugar, ¿quién es el que ayuda al ex presidente Toledo a verter el agua sobre su testa rojiza (alguien ha especulado que sería Willy Gonzales Arica, pero a nosotros nos ha parecido distinguir más bien a ‘Filete’)? Y por último, ¿qué quiso decir la ex primera dama con aquello de “no conocí a mi suegra por una enfermedad similar [a la esclerosis lateral amiotrófica], que la llevó”?

En la campaña del 2001, el líder de Perú Posible señaló que doña Margarita Manrique había fallecido por razones distintas. “Mi madre, yo la perdí, 1970, terremoto de Áncash”, sentenció en un estilo cablegráfico, pero meridiano. Y la situación nos ha hecho pensar en la novela de Enrique Congrains cuyo título evocamos en esta columna, pues o una de las dos versiones es falsa –lo que resulta inverosímil, porque nadie juega con las causas de la muerte de su madre o de su suegra–, o estamos ante el caso de una señora a la que se dio por finada en más de una ocasión. ¿Qué hace Urresti que todavía no investiga este intríngulis?