Santos bikinis, por Sostiene Menéndez
Santos bikinis, por Sostiene Menéndez
Redacción EC

El lunes pasado se inició la primera legislatura del 2015. Aunque a estas alturas ya no debería ser sorpresa el nivel olímpico de nuestros parlamentarios, creemos que –como quien les confiere vibras positivas para el resto del año– vale la pena festejar el arranque de la temporada celebrando el mejor momento de la semana que pasó. Nos referimos al debate de la ley de .

Durante la polémica, nuestros congresistas dieron muestras de la pluralidad que los caracteriza. Y con esto nos referimos a que hubo algo para todos los gustos: desde férreos defensores de la norma hasta otros que, quizá por haber sido bendecidos con un espíritu más crítico y menos cambiante, postularon mal olvidadas teorías en torno al tema. Por ejemplo, se oyó aquello que siempre dice mi abuelo nonagenario antes de salir al parque para hacer deporte: a algunas mujeres les gusta ser acosadas y por eso no responden de inmediato a los ataques.

Aunque el premio se lo llevó, sin duda, el congresista . Quizá porque sabe que, dado el nivel harto técnico de las discusiones en el Congreso, es difícil retener la atención del público menos especializado, se esforzó en buscar un par de ejemplos gráficos. Y así consiguió plantear en términos bastante elocuentes el principio de proporcionalidad. “¿Vamos a tener las cárceles llenas de delincuentes por el terrible delito de mirar con persistencia a una bella mujer?”, se preguntó el parlamentario. Más lograda aun fue la manera en la que pudo plasmar el misterio de lo natural e inexorable: “¿Qué vamos a hacer cuando miramos maravillosos bikinis que Dios y la naturaleza nos prodigan?”.