Sarcasmo, por Rogelio
Sarcasmo, por Rogelio
Redacción EC

“No insulto, soy sarcástico”, ha dicho el ministro del Interior, , sobre sus múltiples tuits contra opositores y periodistas.

Si los tuits de Urresti constituyen insultos o no, o si, como más bien parece, Urresti simplemente sería un singular caso de un sarcástico sin sarcasmo, es lo de menos. Preocupa más que la violencia verbal siga escalando entre nuestros políticos y, ante tal escenario, si Urresti tendría correa para soportar los contraataques manteniendo el buen talante.

Por ejemplo, si el congresista , a quien Urresti llama “perro de chacra”, le respondiese que no debería mirar la pulga en el perro ajeno, pues muchas veces él actúa más como perro policía que como ministro, ¿tendremos una respuesta alturada del titular del Interior? ¿Lo mandará a Mulder a enterrar huesos por Twitter? ¿Lo hará hot dog?

En fin, entre las muchas preguntas sin respuestas, lo realmente sarcástico es que quien anunció ser un ministro de acción y no de escritorio parece pasar muchas horas sentado frente a su computadora. Algunos creen que esto no es bueno. Y es que la realidad no engaña, querido Urresti: cuando uno anda mucho de tuitero, los prófugos se le escapan por Desaguadero.