Se acabó el recreo, por Iván Alonso
Se acabó el recreo, por Iván Alonso
Iván Alonso

Suena la campana y los alumnos de segundo grado del colegio americano regresan a clase. La profesora recoge las tareas:

–A ver, Pepito K., ¿trajiste tus propuestas económicas?

–Esteee...

–¡Ayayay! ¿Qué pasó? ¿No me digas que se las comió tu perro?

–No, miss: mi hermanito las rompió.

–Bueno... Una estrellita en la frente, pero para tu hermanito. Ahora repasemos la lección.

No es una buena idea eliminar el SNIP (Sistema Nacional de Inversión Pública). La función del SNIP es evaluar los proyectos de inversión pública para cerciorarse de que los beneficios para la población sean mayores que sus costos. En otras palabras, para asegurarnos de que ejecutarlos no es un despilfarro. Si el SNIP no funciona como el candidato quisiera, pues hay que mejorarlo; pero no se lo puede eliminar. Un proyecto que produce menos beneficios de lo que cuesta ni reactiva la economía ni genera una sensación de progreso. Eso no quiere decir que los economistas tengan la última palabra: el presidente de la República debe tener la prerrogativa de ordenar la ejecución de cualquier proyecto público si considera que hay otras razones que lo justifican (y nos dice, por supuesto, cuáles son).

No es una buena idea crear un seguro de desempleo para reemplazar el actual sistema de la CTS (compensación por tiempo de servicios). La CTS le da a cada trabajador su propio seguro, que lo cubre contra la eventualidad de quedarse sin empleo por un período de hasta cuatro meses (el doble de lo que toma, en promedio, conseguir otro). Un seguro de desempleo, estatal o privado, estaría sujeto a la manipulación política de las primas. ¿O qué creemos que harían el Gobierno y el Congreso si un aumento en la tasa de desempleo forzara a las compañías de seguros a subir sus primas?

No es una buena idea resucitar la banca de fomento. Todas las experiencias que hemos vivido en décadas pasadas resultaron un fracaso: el banco agrario, el banco minero, el banco industrial. La banca es un negocio de diversificación de riesgos. Concentrar la cartera de créditos en un sector en particular expone al banco a pérdidas masivas si ocurre algún evento (fenómeno de El Niño, desaceleración china, etc.) que afecte a todas las empresas por igual. Por otro lado, ¿qué significa “fomentar”, si no es prestarle la plata a un cliente en condiciones más favorables de las que puede conseguir en el mercado? La banca de fomento está inextricablemente ligada al subsidio y eventualmente al rescate con fondos del tesoro público.

No es una buena idea la inafectación al IGV de los bienes y servicios adquiridos por turistas extranjeros. Los impuestos existen para sostener al aparato estatal y pagar por los servicios públicos. En tanto ambos sean necesarios para viabilizar la producción local de bienes y servicios, es racional, es eficiente cobrar un impuesto como el IGV, que grava el valor agregado en toda la cadena de producción, independientemente de la nacionalidad o el lugar de residencia del consumidor final. El alumbrado público no ilumina más al nacional que al extranjero, del mismo modo que la policía, suponemos, no concentra sus esfuerzos en proteger a los hoteles diurnos en desmedro de los nocturnos.

La experiencia de un candidato presidencial como PPK puede ser de gran utilidad para el país; pero sería una pena que, llegado al gobierno, aplique políticas equivocadas.