Contratos bamba de Nadine, por Fernando Rospigliosi
Contratos bamba de Nadine, por Fernando Rospigliosi

Martín Belaunde Lossio (MBL) reconoció –según Mauricio Mulder– ante la comisión del Congreso que lo investiga que los contratos que realizaron él y su padre con Nadine Heredia por más de cien mil dólares fueron “simulados”. Era lo que cualquier persona sensata suponía, pero ahora se confirma, por boca del ex jefe de campaña, ex amigo y ex socio de la pareja presidencial. 

Sin duda, un mensaje más de MBL a sus antiguos aliados, con los cuales intentará algún tipo de negociación mientras tengan poder.

El fiscal Eduardo Castañeda, que archivó la investigación por lavado de activos contra Nadine Heredia en el 2010, sostiene que no se acuerda si interrogó a MBL. Este afirma que en esa oportunidad nadie le preguntó nada. Es decir, a la persona clave para justificar los ingresos de Nadine Heredia y, por tanto, de la pareja presidencial, gracias a quien podían vivir holgadamente y comprarse una casa, no se le interrogó en la indagación fiscal.

Si bien hay consenso respecto a la ineptitud para liderar el país de Ollanta Humala y la cogobernante de facto Nadine Heredia, también hay que reconocer que, hasta ahora, ambos han sabido manejarse muy bien en los escabrosos recovecos judiciales, para librarse de las fundadas acusaciones de violaciones a los derechos humanos y de corrupción que han enfrentado.

La débil defensa que asumen ahora los valedores de la pareja presidencial es que simular contratos no es delito. Pretenden obviar la pregunta evidente: ¿Para qué simular contratos si no es para lavar dinero sucio? ¿Qué necesidad tenía Nadine Heredia de tratar de justificar mediante contratos falsos los ingresos con los que vivía la pareja presidencial si estos hubieran sido lícitos?

Está demostrado, además, que una de las empresas con las que Nadine Heredia suscribió un contrato por cincuenta mil dólares para hacer una investigación sobre tónicos capilares, no estaba en condiciones de pagarle esa cantidad porque sus ingresos eran misérrimos. Y por el de la palma aceitera solo recibió una parte.

En realidad, ninguno de los ingresos declarados por la pareja presidencial, salvo el modesto sueldo de comandante retirado de Humala, tienen sentido. Se supone que la que mantenía el hogar y los ostentosos gastos de la familia antes de llegar al gobierno era Nadine Heredia, pero todo suena a falso, como los miles de dólares mensuales que cobraba de un ignoto periódico venezolano en el que nunca publicó ni una línea, o los miles de dólares que recibía mensualmente de una empresa de seguridad arequipeña de un compañero de promoción de Humala que no tenía negocios en Lima donde ella residía.

Si bien simular contratos no es un delito, como dice el sospechoso fiscal que archivó el caso y como repiten ahora los voceros de Nadine Heredia, sí comete un delito la persona que en el marco de una investigación o juzgamiento por delito de lavado de activos, “deliberadamente presta la información de modo inexacto o brinda información falsa” (artículo 6° del D.L.1106).

Precisamente en una investigación por lavado de activos Heredia ha presentado información inexacta o falsa.

Por eso todas la movidas que siguen realizando Heredia y sus abogados para evitar las investigaciones en el Poder Judicial y en el Congreso. Temen que si esas pesquisas siguen su curso, se pueda probar lo que ya la mayoría de la opinión pública da por cierto, según las encuestas. 

Y por eso la notoria irritación, inquietud y nerviosismo del presidente Humala que dos o tres veces por semana defiende públicamente a su esposa al tiempo que ataca a los congresistas y magistrados que la investigan.

Por si fuera poco, los peritajes grafotécnicos de la División de Estafas de la policía acaban de confirmar que la firma del contador y ex congresista humalista Pedro Santos fue falsificada en los reportes entregados a la ONPE el 2011. Santos ha señalado a Ilan Heredia, hermano de la primera dama, como el verdadero tesorero de la campaña y responsable de la adulteración. En esa campaña el humalismo movilizó 11 millones de soles sin bancarizar. (Alex Ruesta, “Perú 21”, 14/8/15).

En suma, una lluvia de millones que la pareja presidencial no puede explicar con solvencia.

*Bamba, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua: falso, adulterado.