Equilibrio de poderes, por Arturo Maldonado
Equilibrio de poderes, por Arturo Maldonado
Arturo Maldonado

Acabó el primer round en las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo en este nuevo gobierno. Desde el lado del gobierno han obtenido unas facultades, aunque no en la total dimensión que se pidió, al menos en una medida que satisface sus expectativas. Desde el lado del Congreso, dominado por la mayoría fujimorista, ha logrado salir bien parado y no quedar como una oposición irresponsable y mandona, aun cuando en ciertos momentos jugó al borde del reglamento.

Es decir, este primer encuentro parece haber sido un buen ejercicio democrático de equilibrio de poderes, de tira y afloje político. Para los ministros que fueron llamados al hemiciclo constituyó un aprendizaje del funcionamiento del actual Congreso y de lo que podrían esperar hacia futuro. Para los congresistas, especialmente para los novatos, esta experiencia sirvió para ir calibrando funciones. 

Se ha especulado que existe un acuerdo implícito entre el gobierno y la mayoría fujimorista. Se indica que la elección de algunos funcionarios y sobre todo la designación del nuevo jefe de la Sunat serían prendas dadas por el gobierno a los fujimoristas a cambio de la delegación de facultades. Creo que esta visión olvida que la orientación del actual gobierno y la orientación de los fujimoristas en temas económicos no es muy diferente. En campaña, las propuestas económicas de Peruanos por el Kambio y de Fuerza Popular eran similares. Ya con Pedro Pablo Kuczynski como presidente, no es absurdo pensar que un grupo de funcionarios clave ubicados en ministerios y agencias estatales podrían haber sido los mismos en un escenario alternativo de un gobierno de Keiko Fujimori. Siendo así las cosas, lo que hay no sería una concesión a la mayoría fujimorista de puestos claves, sino una coincidencia en el perfil de profesionales que deberían ocupar estos cargos.

Estas coincidencias, llevadas al Congreso, darían como resultado que, más allá de gestos para la tribuna, al fujimorismo no le costaba mucho aprobar lo solicitado en materia económica. Se discutió intensamente y se le agregaron y cambiaron artículos, pero finalmente se aprobó el pedido. El punto es que esta aprobación tuvo un componente importante de coincidencias económicas más que de acuerdo implícito entre el gobierno y el fujimorismo.

Sin embargo, no todas son coincidencias. Donde existen diferencias entre la visión del fujimorismo y la de la bancada de gobierno es en temas no económicos. Desde la campaña, los temas de mayor diferencia entre ambas opciones eran los relacionados con temas como la seguridad ciudadana y la lucha contra la corrupción, entre otros. No es casualidad, entonces, que ministros como Carlos Basombrío o como Jorge Nieto sean los más examinados. Desde la oposición se indica que estos nombramientos representan la cuota dada al ala ‘caviar’ del ppkausismo. De hecho, al interior de la bancada de PPK se puede nombrar a los representantes de esta facción. En la delegación de facultades es en estos temas donde existieron los mayores obstáculos, específicamente en lo referente a darle más capacidades a la Unidad de Inteligencia Financiera.

Hacia futuro, una medida más adecuada para saber si la oposición es o no obstruccionista y para medir si existe un adecuado equilibrio de poderes no se debería observar en temas económicos, donde las coincidencias generan un espejismo de democracia, cuando lo que hay son meras coincidencias. Serán los temas no económicos la real medida de qué tanto el Ejecutivo y el Legislativo pueden llevar la fiesta en paz. Pronto tendremos una nueva propuesta de ley de unión civil, es probable que un conflicto social se agrave en algún momento; en esos momentos veremos el real compromiso democrático de estos actores.