Feliz 2017, Sr. presidente, por Enzo Defilippi
Feliz 2017, Sr. presidente, por Enzo Defilippi
Enzo Defilippi

Sr. presidente, le escribo con la modestia de quien sabe que su opinión no ha sido solicitada. Y lo hago con las mejores intenciones, pues en la medida en que el suyo sea un gobierno exitoso, nos irá mejor a todos. 

Las encuestas recientes revelan una caída de las expectativas de empresarios y consumidores, el indicador que hasta hace poco nos hacía prever un aumento en la inversión y el consumo. Como usted sabe, sin inversión no hay crecimiento y sin él, tampoco una mejora en los niveles de vida de los peruanos. 

¿Qué está pasando? Al parecer, están confluyendo varias cosas. Por un lado, la opinión pública está tomando como vacilación cierta demora en tomar decisiones importantes, y como inconsistencia las señales de que tomará un camino cuando al final se decide por otro (la cuestión de confianza, por ejemplo). Todo ello impacta negativamente en las expectativas. 

Por otro lado, Sr. presidente, la evidencia indica que aquello que realmente anima a los empresarios a invertir es la confianza en que la economía seguirá creciendo. Es por ello que la inversión privada creció 10,8% y 15,5% (cifras actualmente impensables) en el 2011 y el 2012, los primeros años del presidente menos popular entre el empresariado desde la década de 1970. Por ello, su gobierno debería concentrarse, durante los próximos meses, en convencer a toda la opinión pública (no solo a los inversionistas) de que cuenta con la habilidad, el equipo y la firmeza de voluntad como para hacer que la economía siga creciendo. Para eso, el aspecto comunicacional es más importante que nunca.

En ese sentido, Sr. presidente, quedarse varios días en CADE o agasajar a los empresarios en el velero de la Marina tienen un impacto muy limitado en la inversión y más bien alimentan una imagen de frivolidad que le hace daño a su presidencia.

Igualmente, las declaraciones poco afortunadas de su ministro de Economía son un ejemplo de lo que hay que cambiar. En los últimos meses ha alabado la fortaleza de la economía peruana en el exterior al mismo tiempo en que pintaba un panorama sombrío en sus declaraciones a la prensa peruana, lo que genera desconcierto entre los inversionistas. También genera desconfianza que declare que no se sabe cuánto costarán las medidas tributarias ya promulgadas o que usará el fondo de infraestructura para aumentar la inversión pública cuando su propia modificación de las reglas fiscales le impide hacerlo. 

También es recomendable, Sr. presidente, darle una mirada estratégica a las reformas que viene haciendo su gobierno. Por un lado, la modificación de las reglas fiscales ha escrito en piedra la meta de déficit fiscal, disminuyendo así la disponibilidad de fondos públicos adicionales. Por otro, invierte.pe, al eliminar los filtros que ponía el SNIP, va a hacer que se disparen los pedidos por recursos adicionales. Esto puede generarle un enfrentamiento con las regiones justo cuando lo que usted necesita es su apoyo político.

Sr. presidente, que los peruanos tengamos un feliz 2017 depende, en gran medida, de las decisiones que tome usted. Demórese menos en hacerlo, no las comunique hasta que estén tomadas, y alinee a sus ministros. Los peruanos se lo agradeceremos.