No juegue con eso, Keiko, por Franco Giuffra
No juegue con eso, Keiko, por Franco Giuffra
Franco Giuffra

Qué irresponsable ha sido la señora Keiko Fujimori al anunciar el retorno al sistema policial conocido como 24×24. Hasta que se consiga aumentar los sueldos de los policías, ha dicho. Una pésima idea, lanzada al aire sin reflexión, seguramente para ganarse algunos miles de votos de una parte de la familia policial.

Una hipocresía, además. Porque toda la introducción de su plan de gobierno subraya la necesidad de fortalecer nuestras instituciones, de hacerlas más eficientes y de ponerlas al servicio del ciudadano común. 

Pues bien, la eliminación del sistema fujimorista del 24×24, que estableció su padre en la década de 1990 al crear el infeliz “servicio individualizado” de protección a privados, ha sido resultado de un trabajo institucional. Lo inició César Villanueva, jefe del Gabinete, en el 2013, cuando formó una comisión en el Ministerio del Interior encargada de discutir los detalles para su eliminación.

La única crítica que se escuchó entonces es que se iban a tardar tres años en llevarla adelante, precisamente por la necesidad de obtener los aumentos salariales poco a poco. El propio Octavio Salazar, quien hoy encabeza el equipo técnico de la señora Fujimori en materia de seguridad, dijo entonces: “Por ahí se tiene que empezar. Conseguiríamos efectivos policiales en número completo y eso va a coadyuvar a que de nuevo la institución recobre su personalidad perdida” (El Comercio, 29 de noviembre del 2013).

Desde entonces han trabajado en ello, en coordinación con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), los titulares Walter Albán, Daniel Urresti y José Luis Pérez Guadalupe. Todos los directores de la Policía Nacional desde entonces han apoyado esta medida. Todos los expertos en seguridad ciudadana han hecho lo mismo. Es una de las pocas medidas institucionales que ha desarrollado este gobierno.

Tan oportunista ha sido este anuncio de la candidata de Fuerza Popular que el tema no aparece en su plan de gobierno. Una medida de esta naturaleza, con las enormes implicancias que conlleva, no está incluida ni sugerida en ese plan. Y cuando a principios de enero presentó a su equipo de seguridad (Octavio Salazar, Marco Miyashiro, Dardo López-Dol), ninguno de ellos dijo una sola palabra sobre esto.

Se habló entonces de entregar el manejo del tránsito a los serenos, de poner a la Marina a cuidar el Callao y al Ejército a vigilar los exteriores de los penales. Salazar dijo emocionado que en seguridad ciudadana se debía gastar el 5% del PBI. Pero nadie habló de restablecer el mecanismo del 24×24.

Ya era bastante pobre el capítulo sobre seguridad del plan de Fuerza Popular, pero este anuncio irresponsable lo termina de sepultar. Muy pocas y malas las ideas de la señora Fujimori para enfrentar lo que los ciudadanos consideran el primer problema nacional.

El sistema del 24×24 es denigrante para la policía, ineficiente porque retira de las calles capacidad de vigilancia e intervención, e injusto para los custodios que deben trabajar cuando deberían estar descansando. Debemos ser el único país del mundo donde los policías tienen tres o cuatro empleadores a la vez: el Estado, un chifa, una playa de estacionamiento o un club.

La manera de restablecer un cuerpo de seguridad a dedicación exclusiva para la protección ciudadana es insistir en la ruta ya avanzada de mejorar sueldos y beneficios. Que se comprometa a eso la señora Fujimori y no a boicotear una reforma institucional clave para soñar con un país seguro y en paz.