¿Qué pasa en Rusia?, por Ian Vásquez
¿Qué pasa en Rusia?, por Ian Vásquez
Ian Vásquez

. Esto sucedió luego del asesinato del opositor y ex viceprimer ministro , el primer asesinato político en poco más de cinco años y, de lejos, el más prominente. 

Su homicidio representa el regreso al terror y es una señal más de que el autoritarismo del se endurece cada vez más. Es muy temprano para saber quién está detrás de ese crimen y quizá nunca se sabrá, pero los acontecimientos no solo resaltan la incertidumbre que genera la falta de transparencia del Kremlin, sino una muy probable lucha de poder dentro del gobierno y específicamente dentro de los servicios de inteligencia y sus aliados.

Durante el liderazgo de Putin, ex agente de la KGB, quienes se han apoderado del país son los Siloviki, miembros de esa red de gente que trabajan en, o provienen de, las más de veinte agencias de seguridad del Estado. Los servicios de inteligencia durante los tiempos soviéticos tenían siempre mucho poder, pero también lo tenían otros entes del gobierno y del partido. En la Rusia de Putin, los Siloviki controlan, sin rivales, al Estado. 

El resultado ha sido un régimen fascista que ha vulnerado sistemáticamente derechos políticos, civiles y económicos. Empresarios que colaboran con el gobierno se han vuelto fabulosamente ricos. Quienes disienten terminan exiliados, asesinados o encarcelados. 

El régimen es revisionista y revanchista. La anexión militar de Crimea y la guerra en Ucrania vienen después de dos otras guerras libradas por Putin: en Chechenia en 1999 y en Georgia en el 2008. La ideología del régimen, basada en el nacionalismo y el Estado todopoderoso, es antagónica al liberalismo de Occidente, y el Kremlin hace todo lo posible para desprestigiar y difamar la democracia y valores como los derechos de los individuos. 

Su campaña incluye una guerra informática a una escala, sofisticación y nivel de recursos que nunca antes se ha visto. Los canales oficiales de televisión en diversos idiomas en el mundo muestran propaganda y falsificaciones descaradas. Numerosos sitios web manejados de manera anónima repiten tales propagandas y mentiras, y a veces se reportan en medios tradicionales y establecidos. El punto no es necesariamente convencer a la gente de la línea oficial, sino de confundir, hacer dudar y crear desconfianza en cualquier fuente de información. La campaña también incluye el apoyo de partidos políticos de extrema derecha e izquierda en Europa, y la corrupción de líderes políticos y empresariales. El ex canciller alemán Gerhard Schröder, por ejemplo, es ahora miembro del directorio de Gazprom, la empresa enérgica estatal rusa. El año pasado celebró su cumpleaños en San Petersburgo con Putin, a quien considera un “demócrata perfecto”.

El asesinato de Nemtsov ha debilitado a Putin. Ha dañado su imagen en el mundo y su habilidad de manejar la política externa. Es dudoso que él haya sido el autor de ese crimen. En el mejor de los casos, esto sugiere que ha perdido cierto control de los Siloviki. Putin por eso también está debilitado a escala doméstica. Parece que dos bandas de los Siloviki se están disputando el poder. Por un lado, están aquellos aliados con Sergei Ivanov, el jefe de la administración rusa, y por otro lado, los aliados con el poderoso líder checheno Ramzan Kadyrov. En este escenario, es más probable que sea el ruso Ivanov quien se fortalece con un Putin debilitado o ausente.

Nada de esto es una buena noticia ahora que Rusia está entrando en una recesión fuerte. Podemos esperar que el régimen se vuelva todavía más peligroso.