“A soplarnos la cuarentena nomás y a tolerar ciertas licencias al poder”. (Foto: César Campos/GEC).
“A soplarnos la cuarentena nomás y a tolerar ciertas licencias al poder”. (Foto: César Campos/GEC).
/ CESAR CAMPOS
Fernando Vivas

El Gobierno no está sobreactuando. No se me ocurre otra medida para capear la pandemia que la contención drástica con semiparálisis de la economía e inyección de plata a la vena del incontenible sector DE autoempleado. Lo contrario sería no contener nada salvo los eventos masivos, dar recomendaciones generales de distanciamiento y esperar que enferme quien tenga que enfermar y muera quien tenga que morir. Pero eso sería salvaje e inhumano, e implosionaría nuestro sistema sanitario no solo con los ancianos moribundos del , sino con otros males que quedarían desatendidos.

Hay estrategias intermedias, como las asiáticas, de los envidiables Corea del Sur, Singapur o Taiwán, que capean la pandemia sin cuarentenas como la nuestra, pero con mucha disciplina, test rápidos y aplicaciones. Pero no tenemos ni los recursos, ni la tecnología, ni el orden social para ello. Si Europa y EE.UU. no han podido implementar ese ‘autoritarismo de vigilancia digital’ y no les ha quedado más remedio que ordenar replegarnos en nuestras casas, nosotros menos.

A soplarnos la cuarentena nomás y a tolerar ciertas licencias al poder. no volverá a dudar de que es jefe del Estado –hasta le ha salido un tonito autorreferencial que aloca a los fans– y su liderazgo se respeta. Su ‘team’ aprovecha la situación para afianzarlo y dar cabida al shock paliativo redistributivo liderado por la ministra Toni Alva (más que domeñar al Congreso, a Vizcarra habría que acreditarle haber domeñado al MEF); y con diagnósticos que creen en la ciencia epidemiológica, en la prevención y en la prueba/error. Dios nos ha librado de tener como Trump, Bolsonaro o AMLO, para citar papachos de derecha e izquierda que coinciden en irresponsabilidad.

Prueba/error, dije, y eso ha pasado, en plena crisis, cuando Vizcarra cambió a la ministra Elizabeth Hinostroza Víctor Zamora, que tiene algunas ideas imaginativas para destrabar lo que sea necesario y compensar lo que sea urgente.

Habrá más prueba/error (por ejemplo, la vacunación contra los neumococos se suspendió porque ponía en riesgo al personal de salud, la entrega de los bonos se ha reprogramado para hacer ajustes al sistema y las pruebas rápidas, dadas su imprecisión, se evaluarán cómo y cuánto usarse) y la evaluación de prolongar o no la cuarentena no se tomará hasta el fin de semana. La evaluación larga es otra. Cito el último tuit de un hilo de la ministra Alva sobre el efecto de pandemia y cuarentena: “Nos hace reflexionar sobre el futuro y sobre el país que queremos ser cuando esto pase”. Claro que seremos distintos y mejores peruanos cuando esto pase, pero no me atrevo a pronosticar cuánto.