"“Tu problema, Berú [Perú], es que eliges autoridades rápido y sin reflexión, pensando en evitar el error alfa, sin ver que si escoges mal tu mala suerte durará 5 años"". (Ilustración: Rolando Pinillos)
"“Tu problema, Berú [Perú], es que eliges autoridades rápido y sin reflexión, pensando en evitar el error alfa, sin ver que si escoges mal tu mala suerte durará 5 años"". (Ilustración: Rolando Pinillos)
Rolando Arellano C.

En una conferencia en el el famoso gurú AlphaBepta reveló un secreto de su sabiduría. “Todo se limita a saber cuándo evitar los errores alfa y beta”. Dejó muchos enigmas, que trasmito al lector.

“El error alfa se comete –comenzó diciendo– cuando no se elige algo bueno pensando que es malo. El error beta se da más bien cuando se elige a alguien malo, creyendo que es bueno”.

¿Qué es más peligroso le preguntó un jefe de recursos humanos, no contratar a alguien que es bueno, o contratar a uno malo? “Depende; pues, si es un puesto simple o donde puedes despedir fácilmente, contrata rápido evitando el error alfa. Pero, si el cargo es importante o difícil de despedir, anda con cuidado”. ¿No será, estimado lector, que en el Perú se contrata poco personal formal porque las leyes convierten en riesgo beta algo que podría ser alfa?

Y en su gran sabiduría AlphaBepta dijo: “Tu problema, Berú [Perú], es que eliges autoridades rápido y sin reflexión, pensando en evitar el error alfa, sin ver que si escoges mal tu mala suerte durará 5 años. Si votaras evitando el error beta, no estarías como hoy tratando de cerrar el Congreso o vacar al presidente”. Dicen que atrás un político se desmayó.

¿Para la innovación –dijo un jovencito–, entonces debo preocuparme más del error alfa? Pausadamente le respondió: “Si vas a cambiar colores, mover los muebles o poner música en las tiendas, anda rápido, con esas metodologías ‘fast’ de moda. Usa tu tercer ojo, pasea con 2 o 3 jóvenes y decide. ¿Y si no funcionan? Cambia la música o los muebles y ‘game over’, como en esas start-up que no tienen reputación que proteger y pueden arriesgarse evitando el error alfa”. El joven entró en trance.

“Pero, dirigiéndose a los gerentes más maduros, si quieres digitalizarte y cerrar muchas tiendas o lanzar un gran producto nuevo, asegúrate que no habrá riesgo de crisis financiera o de reputación. Evita el error beta. Porque, si la música funcionó mal, explicarás a tus directores que asumiste ese pequeño riesgo conscientemente. Pero si fracasan tus proyectos importantes, deberás probar que hiciste todo lo metodológicamente correcto para evitar el peligro. Y quizás no pierdas el puesto. Yo vivo en Jaipur”.

“Alfa y beta, como rápido y despacio, no son opuestos, señaló luego el iluminado, pues uno puede reforzar al otro. Los métodos rápidos son para asumir riesgos, mientras que los científicos son para disminuirlos. No debes desarrollar un fármaco pensando en solo evitar el error alfa. Ni votar. Enamórate rápido pero no te cases apurado. Las consecuencias duran varias vidas”.

Cuando alguien le preguntó sobre qué error evitar en el tema de la prisión preventiva, AlphaBepta cerró los ojos. Y salió de la sala.