Construyendo un país, por Rolando Arellano C.
Construyendo un país, por Rolando Arellano C.
Rolando Arellano C.

ROLANDO ARELLANO C.

Presidente de Arellano Marketing y profesor de Centrum Católica

La historia del Perú se ha escrito, y sigue escribiéndose día a día, mediante construcciones que se convierten en hitos y símbolos de culturas, personas y gobiernos. El que nuestra peruanísima empresa haya sido elegida por la revista “” como es ocasión para darles a todos nuestros constructores el relieve que se merecen.

El Perú tiene una larga tradición en muy diversos sectores. La tiene en los textiles, como lo muestran los mantos Paracas; en la gastronomía, en la que están puestos los ojos, y las bocas, de todos los peruanos hoy; en la alfarería, en la pesca, en la agricultura, en la música y en muchos etcéteras. Pero es evidente que donde se encuentran los mayores símbolos tangibles de nuestra cultura es en la construcción.

¿De qué habla el lector cuando tiene que presentarle al Perú antiguo a un extranjero? Le dice sin duda que el Perú es , la ciudad más antigua de América; que es Nasca, con sus inmensas líneas de adoración al cielo; que es también Chan Chan, una de las mayores ciudades de barro del mundo antiguo. Le dice sin duda que el Perú es el Capac Ñan, los miles de kilómetros de caminos incas que cruzaron el Tahuantinsuyo desde Ecuador hasta Chile; y que el Perú es Tipón, joya de la ingeniería hidráulica. También le hablará de la belleza de las iglesias de Ayacucho y del Colca, y de la estremecedora decoración de la capilla de .

Y probablemente las obras de construcción son la razón principal por la cual la gente recuerda a sus gobernantes, por encima incluso de sus grandes errores. ¿Manuel Odría? Por las unidades vecinales y las grandes unidades escolares. ¿Fernando Belaunde? Sin dudarlo, por la carretera marginal de la selva. ¿Fujimori? Por los colegios en cada poblado. Y la historia le dará un lugar a Alejandro Toledo, por , que revolucionó el acceso a la casa propia; y a Alan García, porque en su segundo período cambió el futuro de millones de personas en zonas alejadas construyendo muchos kilómetros de carreteras.

Por otro lado, la historia reciente del Perú está marcada por las casas, en los cerros y en los desiertos, de los migrantes del campo a la ciudad. ¿Cuál es el símbolo de Lima hoy? ¿El cerro San Cristóbal? Cierto, pero no solo por la cruz de su cima, sino por las miles de casas que lo adornan. Si nos sorprende cómo pudieron los incas mover las inmensas piedras de Sacsayhuamán, debiera sorprendernos también cómo, en el siglo XX, Casiano Mamani y su esposa construyeron un hogar de cuatro pisos en la punta del cerro San Pedro, sin grúas, caminos para carros o ayuda mecánica alguna. La epopeya de la nueva clase media peruana está escrita en cemento, en sus viviendas.

No olvidemos que el PBI hoy se mide en cantidad de cemento consumido, pues la construcción ha sido eje del desarrollo social del país, al dar trabajo y bienestar a millones de personas. Y esperamos que lo siga siendo si se invierte lo necesario en la infraestructura que nos falta.

En fin, al celebrar a Graña y Montero, celebramos también a nuestra industria de la construcción. A la industria micro, pequeña y grande, que no solamente construye para el país, sino que con su esfuerzo está a la vez construyendo el país.