(Foto: El Comercio)
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Pedro Tenorio

El Perú es así: todo lo que no ocurre durante dos meses de campaña electoral, ocurre en esta última semana previa a la del domingo 7. A cinco días de que se elija al nuevo alcalde de , la dinámica de esta contienda política confirma que el resultado se definirá, incluso, en la última hora. Dos hechos contribuyeron decisivamente a colocarnos en esta situación: los debates organizados por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), que permitieron conocer –¡en algunos casos descubrir!– a los candidatos en toda su amplitud de recursos e ideas, y la sentencia que le será leída al ex ministro humalista Daniel Urresti, este jueves 4, lo que podría determinar su permanencia o salida de la contienda faltando menos de 72 horas para que la ciudadanía acuda a las urnas.

En el primer caso, la ausencia de Renzo Reggiardo, que hasta ese momento corría casi como solitario favorito, permitió el lucimiento de otros aspirantes que viajaban por debajo del radar ciudadano, como Jorge Muñoz (AP). Incluso el propio Urresti (PP), quien ya era conocido, aprovechó para mostrarse comedido ante los ataques y provocaciones de sus contrincantes, centrándose astutamente en el tema de la seguridad ciudadana, lo que le permitió destacarse. Luego Alberto Beingolea (PPC), Gustavo Guerra García (Juntos por el Perú) y Manuel Velarde (Siempre Unidos), junto a dos o tres aspirantes más, instalaron en los electores la idea de que sí había alternativas más allá de Reggiardo, Luis Castañeda, Enrique Cornejo o Ricardo Belmont, quien había asomado con posibilidades hace un mes. Nuevamente quedó demostrado que los debates sí pueden afectar dramáticamente el curso de una elección aun cuando el formato pueda resultar, por momentos, engorroso. Ocurrió en la segunda vuelta del 2016, y ahora volvió a suceder.

Si uno le toma el pulso a la calle caminando y conversando con la gente confirmará que aún nada está decidido. En este escenario la permanencia o salida de Urresti de la contienda, quien aseguró a inicios de la campaña que si era condenado este jueves 4 por el caso del asesinato del periodista Hugo Bustíos renunciaría a su candidatura, será determinante para definir al ganador. Reggiardo y Muñoz están en una carrera contra el tiempo, al igual que Beingolea, Jaime Salinas, Dítel Columbus y otros que, apoyados en símbolos partidarios que guardan familiaridad con el elector, aspiran a ganar terreno o, cuando menos, alejarse de los últimos lugares. En estos cinco días finales cualquier error será catastrófico, la guerra sucia (sobre todo en redes sociales) se desatará con toda su furia y el llamado “voto útil” entrará a tallar a partir del viernes, lo que moverá aun más el tablero. Todo indica que aquí, como en las viejas películas de vaqueros, “el que pestañee, pierde”.