FMI redujo de 3,2% a 2,4% proyección de economía peruana
FMI redujo de 3,2% a 2,4% proyección de economía peruana
Rolando Arellano C.

El emporio de surge cuando en Lima se juntan la demanda de vestido de los migrantes, a los que las empresas tradicionales no atendían, con la necesidad de trabajo de esas mismas personas. Hoy que sus ventas disminuyen, algunos hablan de Gamarrota, del quiebre, de la rotura o del comienzo del fin de la zona, olvidando que eso se ha dicho antes muchas veces y ella siguió creciendo. 

Recordemos que el Gamarra inicial surgió con todo el sistema en contra, que estuvo a punto de extinguirse cuando se abrieron las importaciones en la década de 1990, que casi fue abandonado por sus clientes luego de que lo ocurrido en mostrara sus problemas de seguridad y que tuvo problemas similares en muchas ocasiones. En todos esos casos, los comerciantes reaccionaron con mejores productos y mejor servicio, como creo que van a reaccionar hoy, poniéndose a trabajar y evitando caer en sentimientos derrotistas. 

Como lo vemos en nuestras asesorías con clientes en problemas, estoy seguro de que los gamarrinos identificarán en primer término las muchas causas de su declive. La competencia china, la crisis económica mundial, la inestabilidad política, la inseguridad de la zona, la amenaza de los comercios modernos, el invierno templado, la informalidad en sus negocios y los muchos ambulantes. Verán entonces que hay algunos contra los que es complicado luchar, como la incertidumbre política y la crisis mundial, y que hay otros sobre los que si podrán actuar. 

Estoy seguro además de que los gamarrinos no se quedarán parados quejándose y esperando que el gobierno solucione los problemas. Sería deseable sin duda que el gobierno local y nacional los apoye con tecnología, limpieza y seguridad, y desaloje a los ambulantes. Pero sé que paralelamente ellos mismos, más allá de las quejas, actuarán imaginativamente como lo hicieron ya muchas veces, haciendo trabajos conjuntos de limpieza y orden, convirtiéndose todos en vigilantes de la seguridad de sus clientes, presionando a los informales a dar recibos y facturas, y organizando ofertas y festivales para atraer al público. 

Y encontrarán también las oportunidades que hay detrás de cada problema. Por ejemplo, verán que la fuerza de , sus precios bajos, es también su debilidad, pues exigen compras en gran escala y con mucha anticipación. Y ante ello, Gamarra reaccionará ofreciendo su capacidad de atender pedidos constantes y en pequeña escala, eso que los comerciantes peruanos necesitan para reaccionar rápidamente a los cambios del clima y de la economía. Gamarra quizá reencontraría así su vocación de proveedora de los comerciantes minoristas del país y convertiría a sus hoy competidores, tradicionales y modernos, en clientes.

Y si pronto llegan, como se anuncia, algunos ‘malls’ modernos a la zona, el tema de la modernidad seguramente se transmitirá a todos los comercios. Sus hoy competidores serán entonces aliados y aliciente para que al menos una parte de Gamarra atraiga nuevamente a ese público especial buscador de oportunidades y de precio.

En fin, estamos seguros de que Gamarra, símbolo del emprendimiento de los peruanos, en lugar de romperse y de ser Gamarrota, reaccionará y volverá a crecer. Y seguirá siendo ese Gamarrita que dio bienestar, trabajo y esperanza a millones de ciudadanos del nuevo Perú.