Según la defensa de Barata, el ex jefe de Odebrecht en el Perú está dispuesto a colaborar con pesquisas. (Foto: Alessandro Currarino/ Archivo El Comercio)
Según la defensa de Barata, el ex jefe de Odebrecht en el Perú está dispuesto a colaborar con pesquisas. (Foto: Alessandro Currarino/ Archivo El Comercio)
Patricia del Río

Seis de la mañana, pones las noticias, y apuras el último sorbo del café del desayuno, está amargo, te enteras de los pormenores de otra salvaje violación a una niña menor de 11 años (Barata afirma haber donado US$1’200.000 a la campaña de Keiko Fujimori del 2011). 

Practicas tus sonoras gárgaras y buches después de cepillarte, escupes, te acompaña el relato del periodista que cuenta por decenas los muertos del nuevo bus que se desbarrancó hacia el río en alguna remota carretera del Perú (Representante de Odebrecht indicó que aportó US$300 mil a la campaña del presidente Pedro Pablo Kuczynski el 2011).  

Dibujas con paciencia y esmero esa raya al costado que nunca te queda como te gustaría, encuentras nuevas canas, le prestas atención a la voz indignada de una madre que espera con su bebito en brazos, bajo el sol, una cita en la puerta del Hospital del Niño (Jorge Barata señaló haber aportado US$600 mil a la campaña de Alejandro Toledo).  

Peleas con esa camisa a la que siempre le sale una arruga antipática, te has engordado, escuchas la historia de Nirvana Díaz, esa ciudadana caritativa que recogió a un muchacho con retardo mental que deambulaba desnudo por la calle, a la que los médicos del Larco Herrera le dijeron que se lo llevara a otro lado, porque ese tipo de casos no eran de su competencia (Para la campaña presidencial de Alan García en el 2006 Odebrecht aportó US$200 mil, según Barata).  

Ensayas cómo mantener tu distancia en el Metropolitano, hoy está más lleno que nunca, sudas, lees en el titular del periódico de tu vecino que la mitad de los colegios del Perú deberían ser demolidos porque no están en condiciones de recibir a los niños que pronto empiezan sus clases (Jorge Barata confirmó que entregó US$3 millones en efectivo a la campaña de Ollanta Humala el 2011). 

Apuras el paso, faltan cinco minutos para tu hora de entrada, saludas, piensas en la familia de Yuri García Orihuela (26), joven alcalde del distrito de Oronccoy, al que acribillaron en Ayacucho cuando transitaba por uno de los corredores de la coca del Vraem (Barata aseguró que realizaron aportes para la campaña del No a la revocatoria de la ex alcaldesa Susana Villarán).  

Son las 9 de la noche, te invaden ese cansancio que ya no es físico, esa desazón con la que convives hace meses, cabeceas, piensas en la desesperanza que tendrás que echarte al hombro mañana en la mañana, cuando apures el último sorbo del café de tu desayuno…