Mal Keiko, mal PPK, por Pedro Tenorio
Mal Keiko, mal PPK, por Pedro Tenorio
Pedro Tenorio

Keiko Fujimori no tiene que preocuparse por PPK, tiene que preocuparse por el Perú. Pedro Pablo Kuczynski no puede seguir creyendo que por el hecho de ser presidente merece la condescendencia de toda la clase política. Kuczynski necesita creer en el diálogo como principal método de acción política. Y no lo está haciendo, está perdiendo la iniciativa a pasos agigantados –Ipsos y CPI registran el progresivo cansancio de la opinión pública sobre su estilo de gobierno–, por lo que no puede salir a decir públicamente que, después de sellar la suerte de Jaime Saavedra en el Congreso, convocará “a un diálogo nacional” con todas las fuerzas políticas.

Kuczynski debe entender que no necesita más fotos con los pocos dirigentes a quienes entusiasmaría sentarse con él en la mesa. Tiene que llamar por teléfono a Keiko Fujimori y concertar una cita en Palacio de Gobierno para hablar del país y de cómo reactivarlo. Y luego, dar cuenta de lo tratado. Y si no le contestan o lo mandan de paseo, comunicarlo, porque no podemos seguir librados al capricho de los dos principales líderes políticos del momento.

A Kuczynski le urge ser realista: su gobierno ha perdido la batalla por el ministro Saavedra en las calles. Según Ipsos, 52% opina que debe ser censurado y con ello se acabó cualquier posibilidad de plantear una “cuestión de confianza” sobre el Gabinete. La disputa en el Congreso la tenía perdida por la fuerza de los votos, pero debía mantener apoyo popular para atajar los planes fujimoristas. Al perderlo, es absurdo insistir en Saavedra aun cuando se trate de uno de los mejores ministros de este gobierno. Por injusto que sea, en política ser es tan importante como parecer. Y el titular de Educación aparece hoy como responsable político de las irregularidades en su sector, por lo que deberá partir del Ejecutivo. En ese punto, no hay más que discutir.

Hay quienes aseguran que Keiko Fujimori sacará a PPK del poder blandiendo, más temprano que tarde, la carta de la vacancia para adelantar elecciones. “Lo de Saavedra es el primer paso”, advierten. No lo creo así. Keiko sabe que la única manera de legitimar su apellido en términos políticos es ganando una elección de manera inobjetable, imponiéndose en las urnas. Lo que sí no parece entender es que el país espera de ella propuestas alternativas y no la monumental pataleta que la tiene prisionera y que ejecutan artilleros como Héctor Becerril, Luis Galarreta o Cecilia Chacón. Leer cómo da vivas y felicita a Becerril en el chat que publicó “Correo” luego de la interpelación le revuelve las tripas a cualquiera. ¿Qué visión de la política tiene Keiko más allá de los discursos que lee en campaña? 

PPK y Keiko deben reaccionar. El país está primero y no pueden rifarlo a sus caprichos y miedos. No más.