Mejorando el gobierno, por Richard Webb
Mejorando el gobierno, por Richard Webb
Richard Webb

Para muchos el buen gobierno es un sueño imposible, casi un oxímoron. Por eso la entidad Ciudadanos al Día promueve desde hace 15 años la mejora en la gestión pública, y ha revelado a través de sus concursos anuales de buenas prácticas unos 2.000 casos de encomiable innovación en el gobierno, constatando a través de esos múltiples casos comprobables que, en cuanto al buen gobierno, sí se puede. 

Pero, ¿qué nos enseñan esos casos acerca del cómo, del camino hacia la mejora? Mi interpretación de los resultados documentados es que hay dos caminos principales para la mejora del gobierno, caminos que, paradójicamente, parecen ser contradictorios. Uno se impone desde arriba, desde la lógica de los sistemas, y consiste en la mejora de la logística de control y de ejecución. Los grandes instrumentos para lograr ese enfoque son las computadoras, las bases de datos y la interconexión. La lógica de sistemas consiste en gran parte en eliminar el criterio individual. El segundo camino parte desde abajo, y fluye más bien desde el corazón y la empatía.

La lógica de sistemas fue la base para el premio otorgado a Osinfor, el organismo que supervisa los bosques y lucha contra la tala ilegal. La innovación consistió en calificar a cada maderero según sus prácticas de manejo forestal, y divulgar esas calificaciones a través de una página web. En vez de una fiscalización del manejo forestal basada en multas y procesos judiciales, el fiscalizador se vuelve el mercado, como sucede también con las certificaciones orgánicas y verdes de los agricultores, o los rátings de bancos. Otra práctica premiada y basada en sistemas de control fue creada por el Ministerio del Interior y la Policía Nacional. Su lógica, simple para concebir, pero difícil para lograr, consistió en la unificación de seis bases de datos cuya información es vital para agilizar la labor policial, del Reniec, del registro de uso civil de armas y explosivos, del MTC, Ministerio Público, Poder Judicial y del INPE. La base unificada proporciona en segundos un perfil sustancioso de cualquier individuo, perfil que antes podía demorar días para armar. 

La lógica de la empatía fue responsable de varias buenas prácticas premiadas, entre ellas la del Instituto Honorio Delgado de salud mental, donde se identificó una laguna en la cobertura del SIS consistente en la falta de atención para las enfermedades mentales. Personas de bajos recursos debían cubrir la totalidad del costo de atención, una sinrazón que fue eliminada mediante la coordinación con el SIS. Otra innovación, con sustento técnico pero impulsada por la lógica del corazón fue la del Instituto de Salud del Niño de San Borja, que revirtió la práctica acostumbrada de excluir o limitar la presencia en el hospital de familiares de pacientes. Partiendo del evidente valor médico que tiene la presencia de la familia para la recuperación del paciente, se optó más bien por facilitar la presencia de familiares proveyéndoles de alojamiento, alimentos y educación. 

¿Cómo impulsar las reformas? Un estudio de los innovadores en años anteriores sugiere que todo empieza en casa, con los valores inculcados. Una mayoría de los encuestados expresa abiertamente el compromiso con valores morales, que uno de ellos describió como “el chasis” heredado de sus padres.