El presidente Martín Vizcarra participará en eventos junto a Donald Trump y Justin Trudeau. (Foto: Andina)
El presidente Martín Vizcarra participará en eventos junto a Donald Trump y Justin Trudeau. (Foto: Andina)
Pedro Tenorio

El presidente Martín Vizcarra acaba de cumplir seis meses en el cargo (juró el 23 de marzo), por lo que toca revisar cómo llegan y se proyectan –cuando menos hacia fin de año– algunas de nuestras figuras políticas más importantes. Veamos:

Martín Vizcarra: Sube nueve puntos porcentuales alcanzando una aprobación de 52% versus 36% de rechazo (10% menos que en agosto), según la encuesta nacional publicada el último domingo por Gfk. Esto confirma, tal como anticipamos en esta columna, el buen momento de Vizcarra al enfrentar astutamente al Congreso en temas claves como las reformas política y judicial. ¿Ello le garantiza éxito como gobernante más allá del corto plazo? De ninguna manera. Vizcarra depende de su equipo para demostrar que es capaz de gobernar el país hasta julio del 2021. Un balance desapasionado de su gestión revela grandes falencias sectoriales, poca efectividad en la ejecución del presupuesto público y programas sociales estancados. O “reforma” su Gabinete o va perdido a fin de año. Guerra avisada...

César Villanueva: como cabeza del equipo ministerial, tiene la responsabilidad de evaluar y proponer el reemplazo de quienes no están dando la talla. Este tema se arrastra desde fines de julio, cuando tras 120 días de gestión quedaba claro quién daba fuego y quién no en el Gabinete. Villanueva ansía llegar más allá de diciembre aun cuando la relación con el mandatario no pasaría por su mejor momento. Necesita tomar un segundo aire para seguir siendo un activo y no un peso muerto al lado de Vizcarra.

Daniel Salaverry: se debate entre hacer respetar los fueros del Parlamento y soportar los embates de distintas figuras de la bancada naranja que no le permiten desarrollar un estilo propio distinto al del látigo y el ‘Mototaxi’. Un Congreso con una desaprobación del 90% (y solo 6% de respaldo), según Gfk, es una pésima noticia para el país y aquel fondo que quizás la mayoría parlamentaria debía tocar para cambiar de actitud. Ojo: aprobar las cuatro reformas a las que se comprometieron luego del pedido de confianza del Gabinete Villanueva es solo un comienzo.

Keiko Fujimori: de nada sirve tener la mayoría en el Legislativo si eso te posiciona como una de las figuras más denostadas del espectro político. Como adelantamos a fines del 2016, Keiko iba a ser percibida como una de las principales responsables de la debacle si un debilitado Ejecutivo colapsaba –aun cuando la principal responsabilidad fuera de este– y eso es lo que viene sucediendo. Ante la evidencia –lo confirman todas las encuestas– necesita cambiar su estrategia y –¡nunca es tarde!– proponer una agenda de desarrollo que demuestre que lo suyo no es solo la crítica. ¿Será mucho pedir? Solo ella lo sabe.