PPK: viejitos a la obra, por Fernando Vivas
PPK: viejitos a la obra, por Fernando Vivas
Fernando Vivas

Su sorprendente tercer puesto en el 2011 se puede leer como un gran empoderamiento chonguero del electorado. Pero vaya mérito de los ‘ppkausas’ haber inducido y alentado tal chongo: cultivaron la risotada de su líder, le agarraron –literalmente– las pelotas y hasta lo habrían alentado a dar entrevistas en estado, digamos, espirituoso (recuerdo especialmente una con Magaly). Por insólito y por fresco, fue, en el 2011, el ‘outsider’ que nos llegó desde las entrañas del monstruo.

¡Qué bien conectó PPK con la ironía popular!: “No quieren un cholo bamba como Toledo, pues aquí tienen un gringo firme”, “que no ven juventud en mis rivales, pues encuéntrela en este viejito reblandecido”, “que ya no soplo, pues pregúntenle a la señora que me pesó las pelotas” (que nadie se ofenda, estoy tratando de traducir el contenido irónico de esa creativa y ya legendaria campaña).

Pero ningún chiste funciona dos veces igual. Si no, pregúntenle a Fernán Altuve, quien repitió el de ‘Huevo Duro’ en la pasada campaña municipal, con magrísimos resultados. En el 2011, PPK lanzó su campaña en una entrevista con , sentado en el mismo sillón donde y el ‘Chato’ Barraza nos hacían la noche. Y lo tomamos como un chiste hasta que se inscribió en el JNE. De alguna manera, PPK recibió el endoso de los votos chongueros que venía cosechando Jaime. Aun en los momentos más apasionados de la campaña, la imagen de este candidato que parecía reunir todos los estigmas para enervar el recelo popular ideologizado –gringo viejo transnacional– no dejaba de parecernos una broma compitiendo por llegar lo más lejos posible. 

Pues ahora ni hay Bayly ni lanzamiento sorpresivo ni chistecito. PPK (además sigla de su rebautizado partido Peruanos por el Kambio) ya no se puede meter por los palos, tiene que jugar en la cancha con las mismas armas que todos: promesas, ideología, posición frente a minería, leyes de empleo juvenil, seguridad, educación, aborto, unión civil.

Tan lejos está de la frescura del 2011 que PPK ha adelantado la fecha de romper fuegos (se calculaba junio y lo ha hecho en abril) anunciando el fichaje de Luis Favre. Sospecho que el apuro tiene que ver con la necesidad de asegurar su posicionamiento y sus respaldos financieros, ante la angurrienta aparición de Julio Guzmán con afán de centro. 

El centro es el requisito indispensable para todos y especialmente para PPK. No puede atrasarlo ningún advenedizo. Con la experiencia zurda de Favre y recientes declaraciones de PPK afirmándose un poquito de ‘izquierda’, la intención es que, como nadie le va a creer, al menos lo corran un poquito hacia el centro.

En el camino, los ‘ppkausas’ harán grandes esfuerzos por resignificar el hecho de que PPK haya pasado media vida en directorios de transnacionales bregando por inversiones extranjeras en el Perú. Que lo tomemos, será su probable mensaje ,como una apuesta realista por el crecimiento a complementarse con su visión ‘izquierdista’ del agua, la salud o la educación. El PPK pro 2016 será, o aparentará ser, más regulador, estatista y ambientalista que nunca. Con todo y pinta de fonavista extranjero –si tal cosa es posible–, no se sorprendan si alienta consultas previas y todo tipo de emprendimientos informales a lo De Soto. Quizá hasta plantee –el hombre acusado de ser botarate con Hunt Oil– el fortalecimiento de Petro-Perú. A sus 76, este muchachón promete movida lid.