Precursores de inversión, por Rolando Arellano
Precursores de inversión, por Rolando Arellano
Rolando Arellano C.

Diversos indicadores señalan que con el cambio de gobierno se ha incrementado el optimismo de los empresarios. Más allá de que sea bueno que mejore el estado de ánimo de los peruanos, ese sentimiento es muy relevante en el sector empresarial, porque la inversión privada está directamente ligada al optimismo sobre la economía. Mi experiencia de consultor me hace ver que ya se empezó a generar un círculo virtuoso de inversión y crecimiento, y no quiero dejar de señalarlo a los lectores. 

Aunque no es elegante hablar de su propia empresa, para el tema de hoy es pertinente mencionar una característica de una parte de nuestro negocio de consultoría empresarial: la de ser precursores de inversión. En efecto, cuando los empresarios están optimistas empiezan a desarrollar ideas de nuevos proyectos, lanzar productos innovadores, ampliar su distribución o entrar a otros sectores de negocio. Para ello, mucho antes de pensar en las líneas de producción, quieren asegurarse de sus posibilidades de éxito, y allí nos buscan. Vienen para analizar la aceptación de sus ideas y para hacer conjuntamente las mejoras que hagan que su producto, precio, forma de venta y comunicación se adapten mejor al mercado peruano. Ya con ello se preocupan del financiamiento o de los aspectos técnicos del emprendimiento. 

Por el contrario, cuando los empresarios se ponen nerviosos sobre el futuro, su primera reacción, mucho antes que detener la fábrica o despedir personal, es la de parar los proyectos de inversión. Si las cosas van mal, dicen, me dedico a arreglar lo que tengo hoy para ser más competitivo y dejo las aventuras (sí, los negocios son en gran parte una aventura, por lo cual en inglés se les llama ‘ventures’) para después. 

¿Y qué observamos últimamente en nuestro trabajo? Corroborando el mayor optimismo empresarial de las encuestas del BCR, vemos llegar a más clientes desempolvando proyectos y apurándose para testearlos, mejorarlos y lanzarlos antes que otros lo hagan. Evidentemente no podemos dar detalles, pero podemos decir que hay movimiento en sectores muy diversos, de servicios, de productos, de consumo masivo e industrial y de manera muy notoria en el sector inmobiliario, en Lima y en provincias.  

¿Y es eso bueno para todos? Sí, porque luego de los estudios y mejoras al proyecto, viene la inversión en la producción. Se empiezan a comprar más ladrillos, fierro y cemento para hacer los edificios, se alquilan maquinarias para construirlos y se invierte en publicidad para venderlos. Y así como el inmobiliario, todos los sectores empiezan a contratar más personal, que luego demandará más bienes. Y progresivamente empieza a girar más rápido el círculo virtuoso del crecimiento.