"Un procurador antirracismo", por Fernando Vivas

Los noticieros han cubierto su velorio y en las fiestas pitucas su msica es parte del jolgorio, muy tarde, en la madrugada, cuando se vencen los remilgos de clase. Pero que no nos engae el pas oficial: Edita Guerrero en vida fue una cholita agraciada y poco ms, una vocecita flacuchenta y lastimera que haca recordar a Carmencita Lara y a Maritza Rodrguez. Y Corazn Serrano, su conjunto, no es el Grupo 5 ni Los Hermanos Yaipn. No confundan la cumbia costea de reminiscencias andinas con lo de Edita y sus amigas, que marca temperaturas de fiebre en el cholmetro.

He soltado deliberadas frases racistas porque quiero desnudar la hipocresa con la que medio Per llora hoy a Edita. En primer lugar, no fue Corazn Serrano el que se convirti en trending topic semanas atrs, sino el que las chicas fueran remedadas en Yo soy. No confundamos la eficiencia de los community managers de Frecuencia Latina con la creencia de que las redes nos han hermanado. Todo lo contrario: el anonimato de muchos tuiteros ha permitido destilar el ms asqueroso racismo que aprendieron en familia, cultivaron en el barrio y ejercieron sibilinamente en la chamba. Y, por cierto, vaya incoherencia de Canal 2 la de deplorar el racismo tuitero y a la vez anunciar nuevos captulos de La Paisana Jacinta, ese esperpento que creyendo lanzar una mirada tierna a la migrante pauprrima, en realidad, la afea, la desfasa y la acompleja.

En segundo lugar, la muerte de Edita, aunque se debi a un aneurisma que ataca a cualquiera, nos recuerda la fragilidad de estas famas que se desbarrancan en las carreteras, chocan con extorsionadores, son invadidas en su privacidad, maltratadas en los programas de espectculos y confundidas con vedettes viperinas. En tercer lugar, la fama pstuma de Edita confirma el divorcio entre la msica popular y la msica oficialmente promovida, que suele ser la criolla y la andina tradicional. Por suerte, el dial s recoge la diversidad de sonidos y orejas.

Qu hacer? El gobierno est perdiendo la dorada oportunidad de liderar la lucha contra el racismo. Los gobiernos locales llevan la delantera con ordenanzas y operaciones que terminan en sanciones efectivas. Ollanta y Nadine se han frivolizado al igual que la pareja Toledo-Karp, y estn ms preocupados en hacer el csting del Gabinete, planificar giras y mantener la estabilidad de la economa sin pisar callos de alcurnia.

Frente al racismo, al igual que frente a la inseguridad y frente a la corrupcin, no hay que ser estabilizador, sino disruptivo. Hay que tener las agallas polticas para tocar temas que suelen ser tab en los discursos oficiales. El Ministerio de Cultura, en su rea de interculturalidad, quiere tener liderazgo en el tema, pero se limita a hacer campaas y canalizar alertas, pues est desarmado de facultades sancionadoras. S las tiene el sector Educacin, Trabajo e Indecopi.

Ya es hora de crear una procuradura antidiscriminacin, o empoderar a una oficina con ese fin, para que identifique a algunos de esos tuiteros de marras y enjuicie a alguno, a ver si escarmientan los otros; para que nos regale casos y castigos ejemplares. Ojal vea cumplirse uno de mis sueos igualitarios: ver presos a esos borrachos soberbios que insultan a los policas cuando los pillan y ver a todas las razas en las pginas de cotilleo social.