En estos días comenzarán los rumores de cambios en el Gabinete hacia 28 de julio. (Foto: Presidencia)
En estos días comenzarán los rumores de cambios en el Gabinete hacia 28 de julio. (Foto: Presidencia)
Pedro Tenorio

Está muy bien rechazar el ultimátum de un gobernador regional que le da para que retroceda en el tema , pero está muy mal que se haya llegado al extremo de permitir que cualquier agitador piense que puede poner en jaque al Gobierno. Se tenía que hacer un trabajo político previo y no se hizo. Y estas son las consecuencias: una provincia –Islay, en Arequipa– paralizada mientras se define (¡si es que algún día se define!, además) la continuidad de un proyecto minero clave para el país. El propio mandatario le pide ahora a la empresa Southern Copper , que no construya aquello para lo que le entregó una autorización hace pocos días. ¿Para qué la emitió, entonces? La seguridad jurídica y el clima de confianza esenciales para las inversiones, bien gracias.

El presidente comenzará en breve –la próxima semana– sus últimos 24 meses en el poder. ¿Hay razones para pensar que serán mejores que sus 16 meses previos? ¿Se puede seguir hablando de un jefe de Estado que “necesita empaparse” de cada sector del Gobierno para proyectar una ruta eficaz de trabajo? De ninguna manera. Sobre todo en este último año, Vizcarra ha mostrado muy buenos reflejos políticos, pero una muy baja efectividad de gestión. Y se aproxima a un período pos-28 de julio en el que la ciudadanía va a exigir resultados más allá de cualquier reforma política. Es decir, el mandatario se asoma a un período mucho más complicado en el que no le bastará confrontar con la oposición para recibir respaldo ciudadano. Serán dos años completos y en ese lapso se pueden hacer muchas cosas para el país, si se tiene la claridad y la decisión política para hacerlas.

Es precisamente con miras a esta etapa que Vizcarra haría bien en despercudirse de algunos colaboradores. Para empezar, la mayoría de sus ministros han pasado a convertirse en ilustres desconocidos no solo para la opinión pública, sino para los mismos medios de comunicación que deben hacer malabares para reportar noticias que afecten de verdad el día a día de la gente. Desarrollo e Inclusión Social, así como Salud y Educación son carteras de gran proyección en las que hoy sus titulares solo aparecen si surge un conflicto. Y a veces ni eso.

Más que ‘bomberos’ el presidente requiere verdaderos gestores en su Gabinete. Líderes sectoriales (¿aló, titulares de Economía, Comercio Exterior y Energía y Minas, están ahí?). Con un nivel de ejecución presupuestal menor al 30% hasta junio, según cifras oficiales, no sorprende por qué Vizcarra prefiere ensarzarse en disputas con el Congreso antes que proponer y concertar una agenda de reformas. Vizcarra y sabrán con quienes contar de aquí en adelante, pero son decisiones que no admiten más demora. Se vienen semanas decisivas.