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Delfina Pignatiello es la gran figura del deporte argentino en los Juegos Panamericanos de Lima 2019: no le pesó el cartel de favorita y conquistó las medallas de oro en las pruebas de 400 metros y 800 metros libre. Fueron dos espectáculos de la flamante estrella de apenas 19 años, que volverá a nadar este viernes en la final de la posta 4x200 femenina y el sábado protagonizará la final de los 1500 metros libre -su especialidad-. Datos importantes que explican su crecimiento, pero que apenas son el costado profesional de una chica que exhibe su frescura fuera de la pileta.


Los triunfos y su naturalidad para enfrentar el creciente interés de la prensa la van convirtiendo, de a poco, en un personaje muy interesante, que se corre cada vez que puede del lugar de deportista monotemático para dejar ver su vida interior. Algo que pudo advertirse, por ejemplo, en la entrevista que le concedió a LA NACION antes de viajar a Lima.

Delfina y el amor en tiempos de redes sociales
La primera pista vinculada a su intimidad la dio después de conquistar la prueba de los 400 metros: salió de la pileta y celebró imitando la mecánica de un lanzamiento de básquet. La dedicatoria era contundente y la propia Delfina, con su frescura, confesó su relación con Francisco Farabello, integrante de la Selección argentina de menores de 19 años.

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Entre risas, reconoció ante las cámaras de ESPN: "Puede que conozca a alguien. Tengo un par de amigos de la Selección de básquet juvenil, que conocí en los Juegos de la Juventud. Así terminé conociendo a otro chico de básquet de los juveniles. Lo voy a nombrar: Francisco. Ya lo vieron todos por las redes. Pero a mí no me gustan los encuentros por las redes sociales, me gusta más persona a persona".

"Lo ves, es todo tu culpa", le apuntó entre sonrisas al propio Farabello, mirando a cámara. Y contó cómo lo contactó: "Estaba esperando que me respondiera una historia, o responderle yo. Nunca me hablaba, hasta que en una me contesta la historia y y digo 'chau, esta es la mía'", agregó. Después de dos horas iniciales de videollamada, mantuvieron el contacto, interrumpido por las concentraciones de cada uno.

"Respeto mucho que los dos estemos entrenando para algo. No me da miedo, yo lo esperaría, esperaría que se de en algún momento y paso a paso". La interacción, al parecer, fue simplemente digital: dos horas de videollamada y múltiples mensajes. "Estamos preocupados, todos muy preocupados", se rió.

Después de ganar, se entrena
Ante la atenta mirada de su familia, Pignatiello barrió anoche en los 800 metros con un tiempo de 8m29s42 con una diferencia de más de cuatro segundos con respecto a la estadounidense Mariah Denigan y de siete con la brasileña Viviane Eichelberger, segunda y tercera. Fue su segunda presea dorada en los Panamericanos, galardón que se suma a los dos títulos que conquistó en el mundial juvenil de 2017 y a las dos medallas de plata que celebró en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018. Logros que hablan de su presente y también su futuro.

La sanisidrense decidió no viajar al Mundial de Gwangju, celebrado en Corea del Sur entre el 12 y el 28 de julio, para enfocarse en el campeonato panamericano, en el que impuso su abismal superioridad. Pignatiello es el futuro y el presente de la natación argentina, decidida a asaltar el escenario internacional en los próximos años.

Es un torneo especial para Pignatiello, quien está disfrutando de competir junto a sus compañeros y de la experiencia de volver a participar de un certamen interdisciplinario junto a otros deportistas de Argentina y Latinoamérica.

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"En este torneo no venimos a buscar tiempos, venimos a buscar medallas. Estoy recontra contenta por ganar una segunda medalla en mi primer panamericano", explicó al borde de la pileta después de haber conquistado los 800 metros ante las cámaras de TyC Sports.

"Se está haciendo un torneo bastante largo, vinimos un par de días antes para concentrar, pero estoy súper contenta de estar acá, con los chicos de la selección, sintiendo el aliento, con mis viejos en la tribuna", especificó.

Después de su experiencia en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018, decidió separarse del entrenador que la formó, Juan Carlos Martin, y entrenarse bajo las órdenes de Gustavo Roldán, head coach de la selección de natación. "Después de los Juegos sentí que no pude disfrutar mucho la villa y acá estoy intentando disfrutarlo todo: el torneo, estar en la selección, en la villa, sumar experiencia", agregó Delfina. Siempre auténtica.

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