Paola Longoria. (Foto: EFE)
Paola Longoria. (Foto: EFE)
Redacción DT

Paola Longoria tiene una maestría en gestión política, pero sus cátedras las imparte desde hace más de una década en las canchas de ráquetbol. La mexicana dio una lección más el miércoles, a una alumna ya conocida, para convertirse en tricampeona de los , al ganar la prueba de individual.


Longoria doblegó a la argentina María José Vargas en dos sets, 15-7, 15-9 para volver a lo más alto del podio, un sitio al que ha había accedido ya en Guadalajara 2011 y Toronto 2015.

Se trata del séptimo metal dorado en la carrera de la competidora mexicana, tal vez la mejor de todos los tiempos en el ráquetbol mundial.

“Estoy satisfecha porque venía por esto, el tricampeonato, lo logré en una final reñida con una rival que me obliga a ser mejor”, dijo Longoria. “Salí a disfrutar el partido a pesar de tener la presión de ser la favorita, pero eso lejos de pesarme es una motivación extra”.

Longoria, quien ya había vencido a Vargas en la final de Toronto 2015, buscará un par de oros más en Lima para acumular nueve en Panamericanos, con lo que superaría los conseguidos por la clavadista Paola Espinosa, quien concluyó esta semana su participación en la fosa y se despidió para siempre de las citas continentales.

El oro de la reina del ráquetbol es también significativo para su país porque fue el 23ro en los Panamericanos de Lima. Con ello, la delegación mexicana ya igualó la mejor actuación en una justa continental realizada fuera de su país. Antes lo había hecho en Mar de Plata 1995.

“Es motivante que el ráquetbol contribuya para seguir haciendo historia, en estos Panamericanos se han ganado medallas que no se tenían contempladas y eso habla del nivel de México en todas las disciplinas”, agregó la competidora.

Más tarde, también en las canchas de ráquetbol del Callao, México superó la gesta de Mar del Plata. Rodrigo Montoya consiguió el 25to oro, con un triunfo sobre su compatriota Álvaro Beltrán, por 11-0, 9-15, 15-6, 11-0.

Longoria se puso arriba en el primer set por 4-1 pero la argentina Vargas logró nivelar en 6-6 y parecía que la misión no sería sencilla. Pero la estrella del estado central de San Luis Potosí cerró en una racha de 9-1 para agenciarse esa manga inicial.

El segundo parcial deparó un libreto parecido. Longoria tomó ventaja de 8-1, su rival montó una reacción y se acercó a 12-9 antes de que la mexicana finiquitara.

“Ella (Vargas) siempre me obliga a dar mi mejor versión, ya sabía que era una jugadora que nunca se da por vencida, ustedes la vieron cómo se avienta y lucha por cada pelota”, agregó Longoria. “Me la puso difícil, pero hoy mostramos que aún tenemos un gran nivel”.

Dominante, Longoria ha sido tres veces campeona mundial en la gira profesional y se ha mantenido en lo más alto de la clasificación por nueve temporadas consecutivas.

En un lapso de su carrera logró mantenerse sin derrotas durante 37 torneos consecutivos por más de 150 partidos a lo largo de tres años y medio.

“Se escucha bonito eso de ser histórica y tener los números que tengo. Nunca me imaginé un palmarés así, ya llevo 10 años en la cima de la clasificación y todo sólo hace que me motive más para dejar la vara muy alta para cuando llegue otra campeona que deje a México en lo más alto”, agregó Longoria, quien aún está meditando si hará el intento por llegar a los Panamericanos de Santiago de Chile 2023. “Podrían ser los últimos, no lo sé, quizá podría volver en cuatro años, no sé si me quiero retirar todavía”.

Antes de dedicarse al deporte que le ha dado un palmarés impresionante, Longoria practicó natación, gimnasia y fútbol. Fue incluso animadora de equipos deportivos.

Estudió la carrera de ciencias políticas y tiene una maestría en gestión política. Cuando diga adiós a las canchas, aspira a ser una servidora pública.

“Yo ya tengo una carrera, tengo mi maestría pero sigo dedicándome al deporte”, agregó Longoria. “Por ahora este es mi trabajo y mi motivación es seguir dando medallas a México”.

Y cátedras dentro de la cancha.

(AP)

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