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Accidentes de carreteras: la cifra más alta en la última década - 2
Jorge Falen

Los accidentes de tránsito constituyen una de las principales causas de muerte en el país. El año pasado cobraron la vida de 2.965 personas, tanto en el ámbito urbano como en las carreteras.

Respecto de los accidentes registrados en las diversas carreteras del país (que representan el 20% del total), estos han tenido en lo que va del 2016 un repunte respecto de años anteriores. Hasta noviembre habían ocurrido  2.604 accidentes, la cifra más alta de los últimos diez años. 

Según estadísticas de la Policía de Carreteras, estos accidentes dejaron 726 muertos y 5.800 heridos (el índice más alto de heridos en los últimos cinco años).

Aunque en todo el país los choques y despistes de buses son los casos más comunes, la incidencia de los accidentes y el grado de siniestralidad están diferenciados por zonas. Este año, las rutas del sur han sido las más frecuentes a estos accidentes. La Panamericana Sur y la carretera de penetración sur –que incluye la Vía Libertadores, la ruta Nasca-Cusco y las ramificaciones viales que llegan hasta Puno y Madre de Dios– han sido escenario del 54% de siniestros. Más de la mitad de casos con muertos y heridos se reportaron en estas mismas vías.

En las vías del norte –que incluyen la Panamericana Norte, la carretera de penetración hacia Huaraz,  las rutas de la sierra liberteña, Cajamarca y Chota– ocurrieron el 27% de los accidentes. El 19% restante se presentó en la Carretera Central y las rutas que conectan la selva.

—Problemas de fondo—

Las cifras policiales muestran que los errores humanos representan casi el 70% de las causas de accidentes, siendo los más comunes el exceso de velocidad, la imprudencia y la ebriedad del conductor. Las fallas mecánicas y de infraestructura fueron la causas de apenas el 5% de casos.

Recientemente, la Superintendencia Nacional de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutrán) ha anunciado que pondrá más énfasis en el control de vehículos de pasajeros y carga. Además de la implementación –este año– de un centro de gestión y monitoreo para fiscalizar los excesos de velocidad, ha indicado que exigirá la instalación de más sistemas de ubicación inalámbrica en ómnibus y camiones.

Sin embargo, algunos expertos consideran que la solución pasa en cambio por abordar temas estructurales. Paul Concha, especialista en transporte, opina que el problema está ligado a la desregulación del sector iniciada en los años 90, así como en la ausencia de terminales terrestres. “El control más eficiente se da dentro de un terminal. Es el lugar idóneo para la bajada de bandera y la fiscalización preventiva de los buses”, explica Concha.

Lino de la Barrera, ex director de Circulación Terrestre del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), resalta la informalidad existente y la necesidad de utilizar la tecnología para tener un control más eficiente.

 “El servicio de transporte en carreteras no solo está siendo prestado por formales. Tenemos vehículos autorizados por el ministerio, por las regiones y por los municipios. Debemos partir por tener un registro ordenado y sistematizado de quiénes circulan. Sutrán tiene que revisar sus procedimientos para hacerlos más eficientes y viables”, dice.  

—El costo de los accidentes—

Además de la pérdida de vidas humanas, los accidentes automovilísticos implican pérdidas económicas. Estos tuvieron un costo calculado en S/19 mil millones en el 2015, según un estudio de la consultora Alauda, especializada en seguridad vial y conservación de infraestructuras. Esta cifra equivale a poco más del 3% del PBI.

Luis Blanco, gerente general de la sucursal en el Perú de Alauda, considera necesario un mayor protagonismo de Consejo Nacional de Seguridad Vial, y más campañas de sensibilización y educación en las escuelas.

“En el Perú aún no existe una base de datos consolidada sobre accidentes. Asimismo, debería empoderarse al Consejo Nacional de Seguridad Vial, que es el encargado de dirigir las políticas en esta materia, para realizar una coordinación más efectiva”, opina Blanco.

Estadísticas policiales

(Foto: El Comercio)

—Delincuencia al acecho—

Los asaltos son otro problema frecuente en las vías del país. La Panamericana Norte (en el tramo de Barranca a Casma) y Sur son las vías más peligrosas en este rubro. Concentran casi la mitad de los asaltos a buses interprovinciales.

Las modalidades más comunes son la de pasajero a bordo –delincuentes suben aprovechando la falta de control en los terminales–, la interceptación y el bloqueo de las vías.

La Policía de Carreteras cuenta actualmente con 800 vehículos destinados al patrullaje. Cada uno resguarda aproximadamente 35 kilómetros de vías, cifra por debajo del estándar internacional (10 kilómetros por vehículo).

 Según el coronel PNP Jorge Castillo Peláez, director de la Policía de Carreteras, la principal limitación son las comunicaciones. “Un 40% de los patrulleros carece de radios, actualmente el personal se comunica con sus propios celulares”, dice.

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