(Foto: Archivo)
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Lourdes Fernández Calvo

Fueron dos meses de hostigamiento diario, continuo y abrumador los que Alexandra Sánchez tuvo que soportar por temor a ser despedida. El culpable: su jefe, un juez al que le gustaba llamarla ‘princesa’ y quien tenía ‘agendado’ cada movimiento que ella daba. “A la salida pasaba por mi oficina y me decía te llevo a tu casa, pese a que no íbamos en la misma ruta. Yo le inventaba cualquier cosa, pero insistía. Empecé a decirle que tenía trabajo y me quedaba hasta tarde asegurándome que se fuera”, cuenta. 

El acoso, cuenta Alexandra, incluso llegó a sus redes sociales. “Me escribía a la 1 a.m., yo no le contestaba, pero me decía que sabía que estaba en línea. Me decía para hacer ‘cosas virtuales’ y que soñaría conmigo”, recuerda la secretaria judicial. Pero fue cuando él intentó besarla en su oficina, en que finalmente decidió denunciarlo ante las instancias internas del Poder Judicial en el 2015. 

Dos años después, el juez solo fue amonestado por 6 meses. Ella tuvo que cambiar de trabajo y aún espera el resultado de la apelación. “Hace poco me lo crucé y sonrío de forma sarcástica y me puse a llorar. He tenido que llevar terapia durante año y medio”, agrega. 

Identificar, tomar el valor y denunciar el acoso sexual en el trabajo es un proceso difícil que aún no se puede reflejar en cifras, asegura Verónica Rojas, secretaria general del Ministerio de Trabajo (Mintra). Rojas precisa que, desde el 2012 a la fecha, en el sector se han atendido 315 casos sobre acoso sexual laboral. De ellos, 155 se han dado este año. 

En lo que respecta a la sanción de las empresas en donde se han registrado casos de hostigamiento sexual, Sunafil abrió 77 procesos sancionadores en Lima en los dos últimos años. 

Cómo identificarlo

Verónica Rojas explica que hay que tener en claro que el acoso sexual laboral es una forma de violencia que tiene una conducta de naturaleza sexual y que no es deseada por la persona a la que se dirige. “Esta situación puede crear un ambiente hostil e intimidante para la persona. El acosador no necesariamente puede ser tu jefe también puede serlo cualquier compañero de trabajo”, precisa. 

Hace una semana, el Gobierno lanzó la línea 1819 para recibir denuncias sobre este delito. Solo en el primer día se recibieron más de 50 llamadas. Una incluso, cuenta la psicóloga y operadora Giuliana Vásquez, denunció un intento de violación. “La mayoría no denuncia por miedo, no encuentran respaldo ni en el área de recursos humanos de sus empresas”, precisa. 

Para Erika Anchante, comisionada de la Defensoría del Pueblo, el Decreto Legislativo 1410 que tipificó el acoso sexual es un gran avance para atender los casos de acoso sexual laboral, ya que también se modifica la ley de prevención y sanción del hostigamiento sexual. “Ahora en el concepto de hostigamiento sexual ya no se requiere que la conducta fuera rechazada ni reiterada. Basta con que sea por una sola vez. Además, le otorga mayor protección a la trabajadora que denuncia estas conductas. Es nulo el despido o la no renovación del contrato de trabajo”, asegura. 

Según el Mintra, el reglamento de este decreto estaría listo para diciembre. En él se espera definir las pruebas que deben presentarse para evitar la impunidad en los procesos. 

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