MDN
Caso Anthony Osorio
Laura Urbina

La escena que encontraron los serenos parecía una pesadilla. Al lado de una casa en llamas, una muchacha con el rostro ensangrentado imploraba por ayuda. En el suelo, ocho personas con graves quemaduras se retorcían de dolor. Todo era llanto y gritos a eso de las 3:30 de la madrugada en el caserío de Lirioruri, en el distrito de Independencia (Áncash). Como era 31 de diciembre, los serenos creyeron al principio que las personas que auxiliaban habían sido víctimas de un incendio por pirotécnicos. La realidad resultó mucho más espantosa.

Todos eran miembros de una misma familia. Quienes sufrieron quemaduras fueron Teresa Minaya Heredia, de 45 años, y sus siete hijos de 17, 16, 14, 11, 8 y 6 años. Por otra parte, su primogénita, Lizbeth Cerafín Minaya, de 24 años, tenía lesiones en la cara y los brazos. Apenas pudo, Lizbeth contó lo ocurrido: todos fueron atacados por su ex pareja, un joven de 21 años identificado como Anthony Osorio Mujica. Él, además, era padre de su hija de tres años quien había sido raptada de la vivienda esa misma madrugada.

“Estaba durmiendo con mi hija. No hubo discusión. Él [Anthony Osorio] entró sin que me diera cuenta y me tiró un cuchillazo en mi rostro. Me levanté asustada, lo miré, intenté defenderme pero me caí de la cama”, narró Lizbeth a la prensa hace unos días. Según la acusación, luego de agredirla, Osorio ingresó al dormitorio donde dormía Teresa Minaya y sus siete hijos y echó combustible en tres camas. “[Él] amarró la puerta del cuarto de mis hermanos con un cable y prendió fuego”, prosiguió la mujer. Para encender las llamas, Osorio habría usado un fósforo y cohetecillos.

Pese a que tenía profundos cortes, Lizbeth rompió la puerta de la habitación y sacó a duras penas a sus familiares. Nadie la ayudó. Tras poner a buen recaudo a su madre y sus hermanos, corrió a pedir ayuda a los vecinos.

“Cuando llegamos a la casa, el fuego continuaba y todo apestaba a combustible. Todo era un griterío. En un ambiente hallamos a tres heridos y en el patio a otros cinco. La joven tenía cortes en el rostro y en los brazos. Ayudamos a apagar el incendio y trasladamos a los heridos en camionetas. Fue una escena muy fuerte”, relató Juan Antonio García, subgerente del Serenazgo de Independencia. Según el funcionario, diez serenos acudieron al rescate de la familia y trasladaron en tres camionetas a los heridos a hospitales de Huaraz. Tres menores murieron en los centros médicos horas después. No soportaron las quemaduras.

-Una relación inviable-
Según la fiscalía, la noche previa al ataque, Anthony Osorio discutió con su ex pareja por la tenencia de su hija. Lizbeth Cerafín trabaja en un restaurante de Huaraz y había abandonado al padre de su niña hace cuatro meses por sus constantes agresiones físicas y psicológicas.

El titular de la Sexta Fiscalía Penal Corporativa de Áncash, William Loayza Apaza, señaló a El Comercio que Anthony Osorio actuó enloquecido por los celos y buscó vengarse ya que había sido rechazado por su ex conviviente. “Ellos no mantenían una relación, pero ante la negativa de la joven de regresar con él, el agresor tuvo esa reacción”, sostuvo el magistrado.

Lizbeth no pudo acudir al entierro de sus tres hermanos de 17, 11 y 10 años en el centro poblado Paria Willacahuain, el último miércoles. Esto debido a que estaba en Lima ayudando a sus familiares sobrevivientes y reencontrándose con su hija de tres años quien fue abandonada en Villa El Salvador por Osorio. No obstante, sus familiares y vecinos del Lirioruri, situado a más tres mil metros sobre el nivel del mar, están indignados y han pedido que las autoridades judiciales le impongan al homicida cadena perpetua.

-Después del terror-
En estos momentos, Lizbeth Cerafín se recupera en Lima junto a su hija. El Ministerio Público le ha otorgado tres días de atención facultativa y 10 días de incapacidad médico legal, debido a sus lesiones. El sector Mujer aseguró que la mujer viene recibiendo apoyo psicológico y asesoría legal, al igual que sus parientes.

Mientras tanto, su madre Teresa Minaya y sus cuatro hermanos sobrevivientes son atendidos en el Hospital Central de la Fuerza Aérea y en el Instituto Nacional de Salud del Niño, respectivamente. Su diagnóstico es reservado. Minaya trabajaba como vendedora ambulante y ha sacado a adelante a sus 10 hijos, quienes se quedaron huérfanos de padre hace más de cinco años.

La mujer tiene quemaduras de segundo grado en la cabeza, el rostro y en los brazos y piernas por lo que se le ha otorgado 20 días de atención facultativa y 50 días de incapacidad médico legal.

La noche del sábado, durante la audiencia en el 4to Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Justicia de Áncash, el juez Alexander Sarazú Sánchez resolvió poner a Osorio Mujica a disposición del Ministerio Público para que efectúe las diligencias correspondientes en el esclarecimiento de los hechos y formule los cargos respectivos.

Asimismo, ordenó su internamiento en el centro de detención policial pertinente, previa verificación de la identidad del detenido.

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