El 2019 estuvo lleno de situaciones trágicas. El conflicto social en Las Bambas, el sismo de 8 grados en Loreto, las lluvias en el norte del país, los feminicidios, son algunos de los hechos que impactaron.
El 2019 estuvo lleno de situaciones trágicas. El conflicto social en Las Bambas, el sismo de 8 grados en Loreto, las lluvias en el norte del país, los feminicidios, son algunos de los hechos que impactaron.
/ ALONSO
Redacción EC

El 2019 ha sido un año en el que las tragedias han sobrepasado a las buenas noticias. A inicios de año, las fuertes lluvias de verano volvieron a causar estragos en las regiones del norte como Piura, Tumbes y La Libertad, evidenciando que poco se ha avanzado luego de El Niño Costero que dejó a más de 1 millón de personas damnificadas en el 2017.

En el transcurso del año, además, aparecieron conflictos sociales como el de Las Bambas que tardó varios meses en resolverse, y los feminicidios que llegaron a 165 a casi finales de este mes.

A continuación, les dejamos algunas de las historias que marcaron este año y que contamos en este Diario para visualizar los problemas que se sufrieron en las regiones.

Las lluvias no cesaron

(Enero-febrero-marzo)

En Catacaos, uno de los distritos de Piura que fueron declarados en emergencia, las personas iniciaron el 2019 viviendo con miedo. Luego del aumento del caudal del río Piura, las alertas por las fuertes lluvias mantenían atentos a los vecinos, quienes decidieron ellos mismos colocar muros de cemento en las entradas de sus casas para protegerse del agua.

“Aquí vivimos con temor”, dice Ricardo Sosa, uno de los habitantes de este distrito que fue duramente golpeado por El Niño costero en el 2017.

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(Foto: Carlos Chunga)
(Foto: Carlos Chunga)

En Túcume, Lambayeque, el cementerio municipal Jardines de la Paz lucía igual que hace dos años: ataúdes abiertos, esqueletos expuestos y toneladas de barro sobre el piso. El Niño costero arrasó con más de los 20 nichos de sus 28 pabellones.

A pocos metros de la puerta de ingreso y salida del camposanto, el nicho de un hombre que fue enterrado varias décadas atrás tiene un enorme forado en la parte lateral. Es uno de los más de 10 mil cadáveres sepultados aquí y uno de los tantos esqueletos que están prácticamente a la intemperie. “No tenemos otro lugar para enterrar a nuestros muertos”, añade Sonia.

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(Foto: Johnny Aurazo)
(Foto: Johnny Aurazo)

En marzo se cumplieron dos años del desborde del río Piura y la población seguía igual de vulnerable. Más de 700 familias damnificadas de Castilla, Catacaos, Cura Mori, Narihualá y Simbilá continúan viviendo en albergues.

Algunas de los relatos siguieron estremeciendo pese al tiempo transcurrido: “Se nos murieron ahogados todos nuestros animalitos, mis nietos salieron en ollas, otros fueron rescatados en bateas”, narra María More Rivas, desde el albergue San Pablo, donde vive desde hace dos años. “A las criaturas las teníamos que engañar con agua y galletas, porque no había alimento; recién después de dos días llegó la ayuda”, agrega.

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(Foto: Carlos Chunga)
(Foto: Carlos Chunga)


Los desplazados, las Bambas y los migrantes

(Marzo-Abril-Mayo)

En marzo, a través del especial #HuyendodeSendero, contamos los testimonios de los comuneros Libertad de Mantaro y Vizcatán de Ene desplazados por el terrorismo. Ellos dejaron sus tierras por temor a ser asesinados. En una reunión, a la cual accedió El Comercio, los campesinos respondieron de manera oral, al principio, y luego de forma escrita a tres preguntas: ¿por qué se desplazaron?, ¿cómo viven ahora? y ¿qué necesitan?.

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Uno de los grandes conflictos sociales del 2019 fue el que ocurrió con la minera MMG Las Bambas. Luego de más de 200 días de tensión se logró despejar el fundo Yavi Yavi, en Cusco. El tramo de 12 kilómetros de la vía nacional CU-135 propiedad de la comunidad de Fuerabamba, estuvo bloqueado por los comuneros. El Comercio llegó hasta la zona para contar las historias de todos los involucrados y siguió el desarrollo de la noticia hasta que se instalaron las mesas de diálogo.

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(Foto: Antonio Alvarez)
(Foto: Antonio Alvarez)

Para mayo unos unos 730 mil venezolanos habían llegado al Perú huyendo de la crisis que se vive en su país. De ellos, 490 mil habían tramitado su permiso temporal de permanencia (PTP), documento que regulariza su situación migratoria durante un año, y les permite trabajar y acceder a servicios de salud. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) publicó el perfil del migrante venezolano, el cual explicamos en el siguiente informe.

Alexander llegó el último martes a la alameda 28 de Julio con la esperanza a tope. Cuando iba camino al trabajo –una bodega de Breña donde recibe 450 soles mensuales por atender–, escuchó por la radio que los se reunirían en este espacio del Cercado de Lima para respaldar al presidente encargado , quien por la madrugada había anunciado el inicio de la operación Libertad en Caracas. Una gesta con la que prometía acabar con el régimen de .

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(Foto: Johnny Aurazo)
(Foto: Johnny Aurazo)


Las niñas madres, el sismo y las heridas del Baguazo

(Mayo-Junio-Julio)

Las historias de niñas y adolescentes que son madres abundan en la selva. Este Diario llegó a Loreto para conversar con ellas y tratar de entender su situación.

“Me levanto a las 6, le doy de lactar, me lavo la cara, me cepillo los dientes para poder ir al colegio”. Esta es la rutina diaria de una adolescente que recién dejó de ser niña y ahora es mamá. Tiene 16 años y quiere que la llamemos Karla.

Perdió la virginidad a los 14 años y salió embarazada a los 15. Lo más difícil de su embarazo, dice, fue contarles a sus papás luego de que su abuela descubriera que tenía cinco meses de gestación.

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(Foto: Carlos Hidalgo)
(Foto: Carlos Hidalgo)

A fines de mayo, un sismo de magnitud 8 dejó rastros en el centro de la ciudad de Yurimaguas, en Loreto. Dos personas fallecieron y cientos quedaron damnificadas. Seis de Enero fue uno de los centro poblados más castigados por el terremoto.

Magarith Sangama azuza el fuego en cuclillas. “Estamos cocinando en la tierra porque el suelo se ha partido”, dice. La madrugada del sismo, cuando todo en Seis de Enero comenzó a crujir, ella cayó con sus hijos menores en brazos por la convulsión de su piso de tablas. “Gateando tuvimos que salir”, repite.

Afuera todo era polvo, tierra movida y gritos. Magarith recuerda que Patrick se precipitó de bruces a una de las zanjas que se abrían con el remezón frente a su vivienda. Allí donde ahora juegan los hermanos del niño.

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(Foto: Alonso Chero)
(Foto: Alonso Chero)

La historia de Flor Vásquez León debe ser escuchada y leída para no olvidar las heridas que dejó el ‘Baguazo’, ocurrido en junio del 2009. Flor cuenta como habló con su esposo el comandante PNP Miguel Montenegro Castillo por última vez. No volvió a saber de él. Montenegro había llegado once días antes a la Estación 6 de Petro-Perú, ubicada en Imacita (Amazonas) para ponerse al mando de 38 policías de la Dirección de Operaciones Especiales (Dinoes). Los agentes resguardaban la base petrolera que ya tenía semanas rodeada por nativos.

“En los días previos él estuvo muy optimista. Me dijo que tuviera confianza porque el Congreso se reuniría, solucionaría el problema y estaría al día siguiente en casa pero eso no ocurrió”, relata Flor quien saca de un fólder manila algunas fotos que atestiguan sus años juntos.

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Archivo
Archivo

En junio, el síndrome de , una afección en la que el sistema inmunológico ataca los nervios periféricos, afectó a más de 100 personas en Piura y provocó, hasta ese entonces, la muerte de tres personas. Su tratamiento incluye inyecciones de inmunoglobulina que contribuyen a la regeneración de la mielina, una sustancia que protege las células nerviosas.

El avance del síndrome en Piura y otras regiones del país generó preocupación en la población. A sus 16 años, la joven piurana Andrea Chanduví contó su lucha contra este síndrome y cómo logró salir de él.

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(Foto: Carlos Chunga)
(Foto: Carlos Chunga)

A mediados de junio, una fisura en el kilómetro 237 del ramal norte del Oleoducto Norperuano (ONP), provocó la fuga de un volumen aún no determinado de petróleo. El crudo salió a borbotones y con violencia desde un metro bajo la tierra y manchó de negro el aguajal, las plantas y se extendió hasta la quebrada Numpatkaim, la única fuente de agua para las más de 30 familias que viven en Nuevo Progreso.

El Comercio llegó hasta la zona de emergencia y logró conversar con los afectados por el derrame.

Si vivir otra realidad dependiera de él, Juan Taantiwi elegiría estar en Lima para ver por televisión la final de la Copa América. “Estudio construcción civil y trabajo allá hace años. Me pagan bien”, dice. El joven awajún de 25 años, avanza con destreza entre la espesura del bosque, esquiva ramas, saca una y otra vez los pies del fango denso por la lluvia y, en su ruta hacia la zona cero del último derrame de petróleo en esta porción de selva loretana, se da tiempo para advertir de no tocar los árboles por las isulas, hormigas típicas de la Amazonía que son famosas por su potente picadura.

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(Foto: Rolly Reyna)
(Foto: Rolly Reyna)


La trata, los feminicidios y (nuevamente) las lluvias

(Agosto-Setiembre-Diciembre)

En el Perú en los últimos tres años, 3.486 personas han sido víctimas de este delito. En agosto, contamos las historias de víctimas de este delito que hoy viven en albergues de Loreto y Lima para intentar recuperar sus vidas.

Estrella acaba de cumplir 15 años. Los globos rosados de la fiesta sorpresa que le organizaron sus compañeras, aún lucen colgados del techo del comedor del albergue en donde vive desde hace unas semanas. Estrella llegó bastante reacia y a la defensiva a esta villa cristiana evangélica, ubicada a varios kilómetros adentro de la carretera Iquitos-Nauta, en Loreto. De a pocos, ha tenido que acoplarse a vivir en un ambiente sin riesgos, en donde puede dormir sin tener miedo y en donde confiar no significa estar en peligro. No ha sido fácil. Ha tenido que empezar de nuevo (por segunda vez). Al menos, ahora ya no piensa en matarse.

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(Foto: Antonio Alvarez)
(Foto: Antonio Alvarez)

En setiembre, el llamado de auxilio llegaba nuevamente desde Piura. Pese a estar a punto de iniciar la temporada de lluvias, los damnificados por El Niño costero del 2017 continúan vulnerables en la zona norte del país. Unas 640 familias que huyeron de Catacaos por las inundaciones y esperan que se construyan sus viviendas.

Hay momentos que María Marcelo Sandoval no olvida. Por ejemplo, cuando el 27 de marzo huyó desesperada de Pedregal Grande () con su familia y con una fila interminable de vecinos que dejaron todo para salvarse de la inundación. Que se refugiaron en la pista, que les regalaron unas frazadas para abrigarse. Que perdió sus animales de corral, su casa, su huerta. Y que llegaron a San Pablo, un arenal donde ahora, dos años y medio después, evoca esas imágenes.

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(Foto: Ralph Zapata)
(Foto: Ralph Zapata)

A pocos días de acabar el año, los feminicidios continuaron en aumento. En Loreto, la joven periodista Isabel Alvarado Huayunga, de 28 años, fue asesinada y enterrada en un descampado en la provincia Datem del Marañón. La policía sospecha de su pareja Felipe Santiago Cáceres Rodríguez, de 41 años. Él está preso acusado por presunto feminicidio.

El brutal asesinato de Isabel conmocionó a la población de San Lorenzo, que culpa a las autoridades de no haber hecho nada para evitarlo. La joven dejó a dos menores huérfanos. Hasta el fin de semana último, el MIMP contabilizó 165 feminicidios registrados este año.

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(Foto: Radio Láser)
(Foto: Radio Láser)

En Ayacucho, el agricultor Francisco López Flores, de 74 años, no pierde la esperanza de sepultar a su hijo. Han pasado 35 años desde que su hijo mayor, Hugo López Sagastizábal, fue secuestrado y asesinado en la comunidad de Ciato, distrito de San Francisco, provincia de La Mar. Es una posible víctima del terrorismo.

Él conserva los restos óseos de Hugo envueltos en una manta y asegura que todavía espera de una orden de las autoridades que velan por las víctimas del terrorismo para dar sepultura a su hijo. Dice que así se lo indicaron y que ya no quiere volver a equivocarse: “Cometí un error y no estuve cuando a él lo mataron”.

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(Foto: Jorge Quispe)
(Foto: Jorge Quispe)



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