Este es el estado ruinoso en que quedó la vía Jaquí-Yauca a causa del sismo de 6,8 grados en Arequipa. El derrumbe de un cerro ubicado al borde sepultó también canales de riego y cultivos de olivos. (Foto: Alonso Chero)
Este es el estado ruinoso en que quedó la vía Jaquí-Yauca a causa del sismo de 6,8 grados en Arequipa. El derrumbe de un cerro ubicado al borde sepultó también canales de riego y cultivos de olivos. (Foto: Alonso Chero)
Enrique Vera

Apenas advirtió que los cerros crujían, Hedú Lancho Serón, de 32 años, salió de la caseta de vigilancia que ocupaba y corrió sin mirar atrás. En la zona de Pururay (Arequipa), donde opera la minera Laytaruma, todo retumbaba como un trueno. El sismo que había sacudido Arequipa a las 4:18 a.m. del domingo 14 de enero aún no cesaba, cuando una roca derribó a Lancho.

Pururay se ubica en el distrito de Jaquí, donde cuarenta viviendas resultaron inhabitables y otras ochenta con daños, según reportó a El Comercio el alcalde Martín Cornejo. La vía Yauca-Cora Cora, que comunica a Jaquí con las otras ciudades de la provincia de Caravelí, también quedó sepultada.

En la oscuridad, Lancho fue colocado en una camilla y luego evacuado por sus compañeros a lo largo de casi 15 kilómetros de destrucción. Caminaron seis horas hasta el sector de Concoma. Una ambulancia que logró llegar a ese punto lo llevó al Hospital Regional de Ica. Retorcido por el dolor, el herido todavía pudo contar a su madre, Beatriz Serón, lo que le había ocurrido.

Él sabía que la caseta de seguridad quedó intacta en medio del desastre, pero no se reprimía por haber escapado a la carrera. No preguntaba por su estado, aunque intuía la gravedad de sus heridas. Solo pedía a Beatriz que lo abrazara y lo besara. Había empezado a morir. Antes de su primera operación, rezó por su hija cogiendo de la mano a su mamá. Después de la segunda, falleció.

(Foto: Alonso Chero)
(Foto: Alonso Chero)

Casi al mismo tiempo en el mismo hospital, la fatalidad parecía asomarse a un hombre herido en el sismo de forma similar. A Danny Viña Guzmán, de 33 años, una roca lo impactó cuando conducía su moto por la vía Cora Cora (Ayacucho)-Jaquí (Arequipa). El cerro que se desmoronó a su paso está frente al caserío de Palca.

Viña recuerda que otro motociclista lo sacó a rastras de los escombros. Juntos llegaron a la oscuridad de Jaquí y camino a Yauca, mientras sorteaban la ruinosa vía, en el sector de Malpaso, se desmayó del dolor. Había llegado a recorrer 35 kilómetros para salvar su vida. De madrugada y de mañana. Tenía el brazo izquierdo destrozado y una hemorragia. Su estado fue crítico, pero lo operaron a tiempo y sobrevivió

—Problemas y carencias—
En las horas y días siguientes al sismo, el interés se centró principalmente en Bella Unión y Acarí, los distritos de Caravelí con mayor índice de casas inhabitables (más de sesenta en ambos casos). Los inmuebles, de antigua y reciente construcción, colapsaron o se agrietaron.

La destrucción en Jaquí llegó de los cerros: a la muerte de Hedú Lancho se sumaron los casos de Danny Viña y de otros cuatro moradores heridos en derrumbes.

Además, los desprendimientos de piedras soterraron vías y destrozaron galerías filtrantes y canales de riego. El caso más dramático corresponde a la rotura de un sistema de captación de agua del río Yauca, que abastecía al distrito entero. El derrumbe del cerro que cubrió la carretera Cora Cora-Jaquí arruinó este sistema y tres mil vecinos han quedado hasta ahora sin agua potable.

(Foto: Alonso Chero)
(Foto: Alonso Chero)

El Comercio recorrió los caseríos de Lampilla y Mochica, donde los enormes montículos de rocas que cubrieron la vía Jaquí-Yauca destruyeron también una bocatoma que irrigaba cincuenta hectáreas de olivos. Treinta familias, que habitan predios a punto de caer en esos anexos, temen ahora perder sus cosechas.

El alcalde Cornejo refirió que dos cisternas abastecen por el momento a la localidad. “Pero en cuanto a los cultivos, los problemas son graves. Ahora hay tal cantidad de agua en el río que no permite los trabajos de rehabilitación de los canales”, explicó. Para salvar sus sembríos, en esta época de riego, los agricultores se han visto obligados a utilizar bombas de agua.

Jaquí está enclavado en una quebrada, a una hora de la Panamericana Sur desde el desvío que parte del distrito de Yauca. Casi todos los caminos a sus poblados periféricos bordean cerros. Los habitantes ahí no estiman los daños del sismo por el número oficial de heridos (cinco) o de inmuebles perdidos (cuarenta), sino por la extensión de superficies sepultadas y las carencias que esto les dejó.

(Santiago Neyra)
(Santiago Neyra)

Veinte familias todavía habitan en carpas instaladas frente a sus viviendas desplomadas. Desde la próxima semana, Cofopri y el Ministerio de Vivienda revaluarán los daños en las casas para luego otorgar módulos a los damnificados.

— La lucha por el agua —
En todos los distritos de Caravelí, el pedido primordial es que se restablezcan los sistemas de riego y de abastecimiento de agua potable, detalló el departamento de prensa del Gobierno Regional de Arequipa. Sin embargo, esta oficina también puntualizó que la falta de agua no es un problema que haya surgido en Caravelí a partir del sismo.

“Esto data de mucho tiempo atrás. Incluso, hay sectores donde el servicio de agua potable siempre se ha dado de forma restringida vía galerías filtrantes”, se comunicó.

En suma, urgen proyectos específicos en cada jurisdicción de Caravelí, la provincia más golpeada por el sismo, que solucionen la falta de agua. Estos serían priorizados durante los sesenta días de declaratoria de emergencia.

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