Barranco Open Studios: más de 70 artistas abrirán sus talleres
Barranco Open Studios: más de 70 artistas abrirán sus talleres
Maribel De Paz

En la memoria y la nostalgia, Barranco es la lagunita, las retretas de inicios del siglo XX en la plaza central y los carnavales con chisguetes de éter, la Bajada de los Baños y el Puente de los Suspiros, la vieja biblioteca municipal y el tranvía circulando por la aún frondosa Pedro de Osma, las casonas antiguas, el cine Raimondi y el recodo amable de la placita frente a la iglesia San Francisco, donde hoy vive y crea la grande y esquiva Julia Navarrete, y donde antaño vivió y escribió José María Eguren. Barranco, claro, también es Abraham Valdelomar y Martín Adán siempre de negro.

► 

Hoy, cuando el distrito se tiñe por las noches de cierto bullicio diabólico, eventos como el Barranco Open Studios parecen erigirse como un antídoto para el alma. Este año serán más de 70 los artistas participantes, entre pintores, escultores, ceramistas, diseñadores y fotógrafos. Ellos abrirán por dos días sus puertas para explicar y compartir sus métodos de trabajo. Aquí, algunos de ellos hablan sobre su inspiración y el barrio, y tratan de responder una pregunta fundamental: ¿por qué Barranco?

CRISTINA PLANAS (ESCULTORA)

“De Barranco me gusta que es un distrito en el que se puede caminar, todavía hay una idea de barrio, y esta mirada hacia el mar es como que se te abre el mundo, y hay una dinámica que hace posible proyectos como Open Studios. En Barranco levantas una piedra y hay un artista, y eso tiene un poder, aunque seguirá modernizándose, es un proceso que viene lento y aún no desplaza lo autóctono, hay una resistencia porque las casonas no se entreguen al progreso. La casona en la que voy a participar, que uso como taller, era un predio abandonado y canibalizado. No hay consciencia de lo que estamos haciendo con nuestro patrimonio”. (Av. 28 de Julio 295, junto al bar Piselli)

CORINNA SILVA (CERAMISTA)

"Soy barranquina desde la década del 70. Antes tuve mi taller en los garajes de varias casas. Hago piezas propias y también desarrollamos trabajos de otros artistas. Empecé a trabajar cerámica con mi abuela, que en los ochenta expuso en la galería de Élida Román. No me movería de Barranco, las callecitas tienen su encanto, hay vida de barrio, es un lugar con historia. Con el 'boom' gastronómico se están haciendo más platos de autor, y nosotros asesoramos a los clientes sobre cómo hacer reales sus ideas. Hacemos vajilla para Astrid & Gastón, y también hemos exportado a Francia". (Cotto Designs - Manco Cápac 269)

ALFREDO MÁRQUEZ (ARTISTA VISUAL)

"Llegué a Barranco en 1988, cuando Juan Javier Salazar filmaba 'Memorias de la lluvia' y yo fui el guardián de su casa en la calle Cajamarca. Barranco es el único distrito que incorpora el mar como parte de su lógica urbana, un espacio donde la altura promedio de las edificaciones es humana. Hace dos años decidí convertir mi hábitat y lugar de trabajo en un espacio de exposición permanente, a donde los que vienen a ver mi trabajo pueden hacerlo con facilidad, y felicidad. Los talleres abiertos son la afirmación de un espacio de autogestión. Si ser artista y trabajar en galería es duro, trabajar solo es mucho más duro". (Kuraré - Jr. Tarapacá 154)

JOSÉ LUIS HERRERA (ARTISTA Y DIRECTOR DEL EVENTO)

"El Open Studios es un evento cultural que empezó hace 200 años en París y se da en muchas ciudades del mundo. Reúne a los artistas y sus espacios de producción, y abre sus puertas al público en un festival cultural masivo. Estamos trabajando con la Municipalidad de Barranco para la creación de una ordenanza que formalice los talleres artísticos como espacios de producción cultural. Actualmente no contamos con licencias de funcionamiento porque no somos fábrica, restaurante, tienda ni taller de metalmecánica. El rubro más cercano es el de centro cultural, pero en un centro cultural no puedes producir, solo mostrar". (Taller Grau 604 - Espacio compartido con los artistas José Luis y José Carlos Martinat)

GUILLERMO PALACIOS (PINTOR)

“Viví mucho tiempo de niño en Barranco, en una quinta en la calle Tarapacá, a la espalda del Museo Pedro de Osma. Ahora estoy en este estudio desde hace dos años. A pesar de estar en medio de un urbanismo, Barranco tiene una cosa medio provinciana: la bodeguita o el restaurante del amigo. No sientes el poder de la máquina del imperialismo tan fuerte, a diferencia de si tuviese mi lugar de vida por Canaval y Moreyra. La cercanía al mar también ayuda mucho, tener un lugar con una vista de horizonte donde puedes sentir el infinito es como una bocanada de aire para seguir trabajando, y sentir que de alguna manera mi familia ha circulado por los mismos lugares: la iglesia San Francisco, donde se casaron mis abuelos y donde velaron a mi abuelo también, mi colegio Los Reyes Rojos, con Constantino acompañando… Cuando muestras tus pinturas, abres tu pecho ante la gente. De ahí a que vean mi espacio de trabajo, entonces, ya no tiene mucha diferencia, aunque de todas maneras hay un ligero pudor. A mí me hubiera encantado estar en el estudio de Antoni Tàpies, por ejemplo, verlo trabajar, ver sus cosas, ver la taza de café entre sus pinturas. Lo bonito del Open Studios es que aparte del público habitual de una galería viene gente del barrio, se arma una especie de circuito con familias enteras”. (Taller Santa Rosa - Jr. Santa Rosa 310)

MÁS INFORMACIÓN

Fecha: 22 y 23 de abril. Hora: De 11 a.m. a 7 p.m. Ingreso libre.

Contenido sugerido

Contenido GEC