(Foto: Miguel Neyra - El Comercio)
(Foto: Miguel Neyra - El Comercio)
Miguel Neyra

La mañana del 21 de agosto Sebastián Andreé Gárate Vera, estudiante del Colegio Galileo de Cusco de 13 años, fue raptado mientras se dirigía a su escuela. Su último registro con vida fue captado a las 7:18 a.m. por una cámara de seguridad privada ubicada en la calle Díaz Quintanilla de la urbanización El Huerto de Versalles del distrito de San Jerónimo, donde vivía con sus padres.

La ausencia de Sebastián en su escuela fue reportada a su madre, Claudia Vera Mamani, quien un par de horas más tarde recibiría una llamada con la exigencia de medio millón soles por la liberación de su hijo.

Ella ha declarado que cuando recibió la llamada no supo qué hacer. “Me cayó como un balde de agua fría, estaba desesperada”, aseguró a medios locales. Ya en la tarde de ese mismo día, y en la sede de la División de Investigación Criminal de la Policía, Vera recibió otra llamada para exigir el rescate, dándole plazo hasta el día 23.

Desde ese momento, no recibió más llamadas ni supo nada de su hijo hasta la noche del último domingo, cuando la PNP le avisó del hallazgo del cadáver de Sebastián en el distrito de Urcos, a una hora de Cusco. 

-Macabro hallazgo-
El cuerpo había sido enterrado a solo 30 centímetros de profundidad en la zona de Pata Mayo - Pucca Orcco, unos perros lo habían encontrado. Los animales no se alejaban del lugar, lo que llamó la atención de personas del lugar. Al acercarse se percataron del cadáver y llamaron a la policía.

Los agentes identificaron que se trataba de un menor, y según han informado, se dio con la identidad de Sebastián pues tenía el uniforme de su centro de estudios y algunas otras pertenencias.

El cadáver del menor estaba envuelto en plástico y maniatado con alambres. Mostraba signos de violencia a la altura de su cuello y cabeza.

El dolor y la rabia se apoderaron de los familiares, quienes culparon a la policía y la fiscalía por la demora en atrapar a los principales sospechosos del plagio, los hermanos Percy y Wilfredo Peralta Jalire. El primero es esposo de Luisa Lima Vera, hermanastra de la madre del menor. Ambos sujetos fueron captados por cámaras de seguridad caminando detrás del escolar horas antes de su desaparición.

-Explicación de las autoridades-
En una conferencia de prensa, donde participaron el jefe de la Región Policial Cusco – Apurímac, Max Iglesias, y el fiscal Roonny Gibaja, a cargo del caso, lamentaron el asesinato del menor, pero aclararon que se ha seguido todos los procesos legales para dar con los sospechosos.

Cabe resaltar que el video de seguridad, conseguido por los familiares de Sebastián, fue llevado a la policía el día 24 de agosto. En una primera visualización los familiares no lograron reconocer a los secuestradores ni el vehículo que utilizaron.

“La madre nos señaló que había ciertas coincidencias en las características del vehículo [con el de propiedad de su hermanastra]”, aseguró Gibaja.

Guiándose de este pequeño indicio, el Ministerio Público y la policía citaron dos días después a Luisa y Percy. Ambos acudieron para que dicho auto, visto en el video, pasara por las pruebas de ley.

“En ese momento no teníamos la mínima idea, pues el señor Peralta acudió con su auto, tanto es así que se recabaron muestras de todas las pericias biológicas. No teníamos ningún indicio de que fuera participe”, asegura el Fiscal.

El fiscal explica que días después, ya en la intimidad de la familia, Luisa reconoció que el vehículo captado por las cámaras de seguridad era suyo, así como a sus ocupantes, que eran su marido y su cuñado. Ella nunca había visto el video de seguridad hasta ese entonces.

Esto es comunicado a las autoridades, quienes procedieron a citar nuevamente a Percy Peralta y a su hermano, quienes actualmente están prófugos.

Fuentes de policía no descartaron que Luisa pueda haber avisado a Percy, sin embargo; también se sabe de una última comunicación en la que pide que se entregue. No se descarta que otros familiares estén involucrados en el crimen, aseguró tanto la fiscalía como la PNP.

Por el momento, la fiscalía informa que ha solicitado nueve meses de prisión preventiva para los hermanos Peralta Jalire. Asimismo, la región policial ha pedido que sean incluidos en la lista de los más buscados del Ministerio del Interior.

Mañana, en medio del pedido de justicia de sus familiares, amigos y profesores, Sebastián será enterrado en el cementerio de San Sebastián.

"Yo soy el responsable de lo que pase en Cusco y Apurímac policialmente hablando. Yo soy el responsable de lo que se haga o se deje de hacer, el caso continúa en plena investigación”, aseguró el general PNP Iglesias.

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