Rafael Benavente, comandante del BAP Carrasco
Rafael Benavente, comandante del BAP Carrasco
Oscar Paz Campuzano

El comandante Rafael Benavente Donayre, natural de Arequipa, es el encargado de dirigir el BAP Carrasco en su travesía científica por la Antártida. La actual misión empezó el 7 de diciembre del 2018 y terminará el próximo 16 de marzo.

— ¿Por qué es importante la presencia del Perú en la Antártida?
Hay una serie de procesos, ya sean oceanográficos o climáticos, que están repercutiendo. Y no se trata solo de la Antártida. Por ejemplo, la famosa corriente de Humboldt nace de estas aguas y tiene influencia sobre las corrientes que bañan nuestro litoral. Todo lo que ocurre en la Antártida tiene impacto en nuestro continente.

— Se están cumpliendo 30 años desde que el Perú llegó a la Antártida para hacer investigación. ¿Cuánto se ha avanzado?

El Perú decide ser parte del Tratado Antártico por su interés de colaborar con la ciencia y, como todos los países que somos parte, estamos aquí con fines de paz. Se está haciendo investigación sobre cambio climático, el deshielo de los glaciares, el impacto de los plásticos en la vida marina, etc.

— El BAP Carrasco, que le costó al país 83 millones de euros, cumple su segunda misión.
Un requisito para ser parte del Tratado Antártico era tener presencia con una base en la Antártida y un buque con capacidad para navegar esta zona. El Humboldt sirvió para esas misiones, pero siempre fue un anhelo de la Marina de Guerra del Perú contar con un buque oceanográfico polar. Es así que en el 2014 se convoca a una licitación pública internacional en la que participaron más de 13 astilleros del mundo.

— ¿Y cómo ha respondido el buque en estas dos misiones?
Es un buque con capacidad polar que permite hacer estudios oceanográficos. Está ayudando a los investigadores peruanos a desarrollar sus proyectos en la Antártida. Se han hecho levantamientos batimétricos y toma de muestras de agua y sedimento para hacer diferentes estudios. Además, es un buque hecho para contaminar lo menos posible el mar.

— ¿Navegar en estas aguas es siempre peligroso?
La Antártida tiene un ambiente hostil, inhóspito y con una meteorología muy cambiante. Somos pocos, incluyendo marinos, los que tenemos la oportunidad de navegar por estas aguas. Cada día en la Antártida es todo un reto.

— Se tenían planificados trabajos de batimetría en el golfo de Erebus y Terror, cerca de la península antártica.
Entramos al golfo de Erebus y Terror, pero las condiciones nos complicaron. Con nuestra ecosonda multihaz estábamos levantando información del fondo marino de esta zona, que nunca antes habíamos navegado, y encontramos concentraciones de hielo muy grandes desprendido de los glaciares. Era peligroso, por eso no continuamos esa parte de la misión. Navegar así además habría alterado el resultado de los estudios.

— Las expediciones del Perú en la Antártida se cumplen durante el verano. ¿En qué se emplea el BAP Carrasco el resto del año?
El buque también hace cruceros oceanográficos en nuestras costas. Usamos todo su equipo para mapear el fondo marino y monitorear condiciones oceanometeorológicas del litoral peruano. Como ejemplo, tenemos previsto en la navegación colocar boyas oceanográficas, para monitorear mejor el fenómeno de El Niño.

— ¿Qué retos tenemos ahora en la Antártida?
El trabajo ha sido positivo. Hay que seguir ampliando y consolidando las investigaciones.

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