"Estamos bastante avanzados en el recojo de información [sobre los daños que dejó El Niño costero", dijo Pablo de la Flor a este Diario. (Foto: Lino Chipana / El Comercio)
"Estamos bastante avanzados en el recojo de información [sobre los daños que dejó El Niño costero", dijo Pablo de la Flor a este Diario. (Foto: Lino Chipana / El Comercio)
Luis García Bendezú

Aunque las lluvias torrenciales que trajo El Niño costero ya concluyeron, el Perú aún está contabilizando sus daños. Según un reciente reporte del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), el desastre dejó al menos 147 muertos, 1’372.519 afectados, 288.584 damnificados (sobre todo en Piura) y más de 300 mil viviendas afectadas. El Comercio conversó brevemente con Pablo de la Flor, la persona encargada por el Gobierno para liderar la reconstrucción, sobre los avances en este proceso. 

— ¿Qué trabajos está realizando en estos últimos días la Autoridad para la Reconstrucción con cambios?
Hay dos consideraciones. Primero, seguimos avanzando con la sistematización de la información, lo que nos va a permitir contar con el compendio [nacional] de daños. A partir de eso vamos a articular el plan de reconstrucción. Ese compendio va a ser revisado y, en función de una serie de criterios, identificaremos las prioridades para incorporarlas en el plan. Es decir, aquellos proyectos que vamos a desplegar para la reconstrucción. La formulación del plan tiene un plazo de tres meses contados a partir de la aprobación de la norma que da origen a la autoridad. Es decir, nos quedan dos meses y medio para terminar de completarlo. Ya estamos bastante avanzados en el recojo de información.

Lo otro, e igualmente importante, es que no vamos a esperar que el plan de reconstrucción esté listo para actuar. Evidentemente, las lluvias no nos van a esperar. Por eso hemos aprobado la semana pasada en la reunión del Directorio de la Autoridad cinco intervenciones importantes. Primero, la rehabilitación y fortalecimiento de las barreras ribereñas del río Piura, en ambas márgenes. A eso hay que sumarle la rehabilitación y descolmatación de dos drenes importantes en Piura. El dren 1308 y el dren Sechura que juega un papel crítico en el control de inundaciones de la ciudad.

Además, hemos tomado la decisión de iniciar la descolmatación de 18 ríos importantes de la costa. Esas son las medidas más importantes, sobre todo para la previsión de la temporada de lluvias que se avecina.
También se ha decidido iniciar la rehabilitación de escuelas y de centros de salud. En el caso de los colegios, hay 1.110 colegios dañados y en el caso de los centros de salud, está por definir.

— La semana pasada usted se reunió con el Embajador del Agua de Países Bajos, Henk Ovink. En con El Comercio, Ovink señaló que la planificación urbana es tan importante como las obras de infraestructura y dio algunos consejos para la reconstrucción que involucran cambios en la forma en la que administramos el agua.

Estoy absolutamente de acuerdo con el señor Ovink. Yo señalaría, en sintonía con ese diagnóstico, que las inundaciones lejos de ser fenómenos naturales, son catástrofes de origen social. Si hubiéramos sido respetuosos del cauce de los ríos y actuado en consonancia con las medidas de seguridad que la lógica y el sentido común dictan, no hubiéramos tenido estos problemas.

Acabo de regresar de Piura y es verdaderamente inaudito ver cómo inclusive algunos municipios han instalado su infraestructura en el lecho de los ríos estrangulando el propio cauce del río en Piura. Creo que la gran lección que debemos extraer de esta experiencia es que debemos actuar con prudencia y asumir un enfoque de gestión integral de riesgo de desastres.

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