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Paracas Pisco
Luis García Bendezú

Los vecinos más antiguos recuerdan un pueblo sereno, con unas cuantas casas de caña y una caleta donde abundaban las conchas de abanico. Ese es el pasado. Hoy el distrito de Paracas, en la región Ica, es como un adolescente que no deja de crecer. Las casas de caña han sido reemplazadas por edificios de tres o cuatro pisos. La mayoría de vecinos, además, ya no vive de la pesca ni la maricultura; son empresarios que tienen clara una consigna: salvo el turismo, todo es ilusión.

Hay otro punto en el que coinciden los vecinos. El auge constructor de Paracas comenzó tras el terremoto del 15 de agosto del 2007, que destruyó más de 11 mil viviendas en la provincia de Pisco y dejó 596 fallecidos. Hasta entonces, los turistas dormían en los hoteles de la ciudad de Pisco (a unos 15 kilómetros), recuerda Eduardo Jáuregui, presidente de la Cámara de Turismo y Comercio Exterior de Paracas (Capatur). Con la destrucción de esos locales, Paracas –que solo tenía un hotel importante– empezó a desarrollar una infraestructura propia.

A 10 años del terremoto, el rostro del distrito es otro. Según la Capatur, Paracas tiene 40 hoteles (tres de ellos de lujo), unos 50 restaurantes y recibe al año más de 500 mil visitantes. Solo en estas Fiestas Patrias, por ejemplo, este distrito de 7.500 habitantes atendió a cerca de 20 mil turistas, un 30% más que lo registrado el año pasado. Este ‘boom’ turístico, a su vez, ha multiplicado el valor del suelo, que alcanza los S/4.160 por metro cuadrado cerca del mar (un precio similar al del Cercado de Lima).

“Tenemos una gran inversión privada. Además somos uno de los distritos con mejor recaudación en la región [predial, de arbitrios y alcabala], tenemos ocho empresas pesqueras, una empresa gasífera y dos metalúrgicas”, cuenta el alcalde de Paracas y empresario, Miguel Ángel Castillo.

(Foto: Lino Chipana / El Comercio)
(Foto: Lino Chipana / El Comercio)

Pero no todo es motivo de orgullo. El alcalde admite que, pese a la bonanza, el desarrollo del distrito está entrampado por la falta de agua. Debido a la escasez, por ejemplo, se ha frenado un proyecto de construcción de 900 viviendas. “Las inmobiliarias están condicionadas a que se les apruebe un estudio de habilitación urbana. Deben garantizar el agua a sus vecinos pero no hay de dónde sacar”, dice Castillo.

En el 2012, el municipio instaló un ducto de 25 kilómetros para traer agua desde el sector de Pampa de Ocas, en Pisco. Pero esto solo fue un paliativo. “Hoy tenemos que comprar el agua [en cisternas] y el suministro es por un par de horas. Acá no hay acequias ni ríos y el agua subterránea ha disminuido por la actividad agrícola”, explica el alcalde.

Los hoteles más grandes, añade Eduardo Jáuregui, de Capatur, tienen sus propios pozos. El resto tiene que traer agua desde Pisco en camiones, lo que aumenta los costos de operación. “El contenido de cada camión cuesta unos S/250. Al año, los hoteles gastan millones en agua”, dice Jáuregui.

Otra preocupación vecinal es que Paracas carece de un buen sistema de desagüe. Según Jorge Benavides Alfaro, presidente de la Asociación de Propietarios de Paracas (Asoparacas), la mayoría de predios tiene pozos sépticos lo que pone en riesgo la calidad del agua subterránea. “El nivel de contaminación de la napa freática es alto. Eso afecta también a las conchas de abanico de la bahía”, señala Benavides, quien lamenta que el crecimiento del distrito no haya ido de la mano con un plan urbano.

-Mirada en el mar-
Aunque hay en planos un par de proyectos de captación de agua desde zonas altas, el alcalde de Paracas cree que el futuro del distrito dependerá casi exclusivamente de la desalinización del agua del mar. “No hay otra forma. Ya hemos conversado con tres empresas extranjeras: una americana, una sueca y una alemana. Esperamos sus propuestas”, dice el funcionario, que aún no se atreve a dar una fecha tentativa para esta obra.

El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento informó a El Comercio que tienen en marcha dos inversiones por más de S/8 millones para mejorar el sistema y calidad del agua potable así como el alcantarillado en Paracas. Sin embargo, no se dijo nada sobre desalinización.

-Santa Cruz y el lado agrícola de Paracas-
​Aunque la zona más turística de Paracas es el Chaco, el sector más poblado es Santa Cruz, ubicado a la altura del kilómetro 244 de la Panamericana Sur. Ahí casi todos los vecinos trabajan en agroexportadoras y reciben agua solo una hora al día.

-Avanza el saneamiento-
El miércoles pasado, la Municipalidad de Paracas inauguró una cámara de bombeo y una línea de impulsión que harán funcionar el sistema de alcantarillado para dos mil vecinos de los sectores de San Martín, Julio C. Tello, Circuito y Santo Domingo.

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