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Historia de dos urbanizaciones afectadas por los huaicos en Ica - 3
Luis García Bendezú

Los vecinos de las urbanizaciones iqueñas de San Ildefonso (La Tinguiña) y Las Piedras de Buenavista (Los Aquijes) se sienten defraudados por el destino. El martes, sus casas fueron dañadas por los que cayeron tras una tarde de fuertes lluvias. Ellos no son invasores, no se apoderaron ilegalmente de la ladera de un río o la falda de un cerro. Son personas como Pilar Córdova, de 51 años, quien cada mes paga al banco S/498 por su casa en la tercera etapa de San Ildefonso. Ella vive desde el 2013 en esa residencial y le quedan 12 años de cuotas por pagar.

“Cuando compré mi casa, mi familia me advirtió que esta zona se inundaba. No le di importancia, no conocía Ica. Ahora me da miedo seguir viviendo aquí”, cuenta Córdova. Quien sí conocía el lugar es su vecino Ricardo Hernández, de 49 años, taxista y propietario de una casa en la segunda etapa de San Ildefonso. Él estuvo en Ica en 1998 y vio cómo el agua inundó el lugar que hoy ocupa su vecindario. Entonces, ahí solo había chacras y a un lado el caserío de Chanchajalla.

“Todos aquí sabemos que vivimos en una zona inundable. Pero esto también podría pasar en cualquier sitio, incluso en la Plaza de Armas de Ica”, admite Hernández, quien aporta mensualmente S/600 al banco por su vivienda, hoy invadida por el lodo.

La Tinguiña y Los Molinos fueron los distritos más golpeados por las inundaciones (Foto: Rolly Reyna)

La urbanización San Ildefonso, ubicada en el distrito de La Tinguiña, en Ica, fue uno de los vecindarios más golpeados la semana pasada. El proyecto consta de 1.400 viviendas de las cuales se han entregado unas 690. (Foto: Rolly Reyna / El Comercio)

El día de los huaicos

El martes 24, lluvias extraordinarias cayeron sobre la región y activaron simultáneamente varias quebradas. Entre estas, estaba Cansas, en La Tinguiña, cuyo cauce pasa a dos kilómetros de la urbanización San Ildefonso. A eso de las 11 p.m., el lodo rebasó la quebrada, penetró en el caserío de Chanchajalla e inundó San Ildefonso. Poco antes, a seis kilómetros de allí, la quebrada Pedregal descargó su furia sobre la residencial Las Piedras de Buenavista. El agua no se estancó ahí, pero sí ingresó a las casas.

Al menos 700 viviendas fueron alcanzadas por el agua en San Ildefonso y Las Piedras de Buenavista.

El Comercio recogió varios testimonios sobre los factores que causaron los daños. El gobernador regional de Ica, Fernando Cillóniz, señala que hay una “enorme responsabilidad” en los alcaldes que permitieron la urbanización de sectores presuntamente vulnerables. “En Ica hay muchas urbanizaciones que adquieren tierras sin ningún análisis de riesgo. Creo que hay ‘amor a los chicharrones’ al transformar un predio rústico en un predio urbano. Ahí hay impuestos, hay recaudación y, por supuesto, coimas”, apunta el gobernador.

El alcalde de Ica, Carlos Ramos Loayza, reconoce que hubo negligencia al emitir licencias de construcción en “lugares de alto riesgo” de Ica. Él asegura que esa fue responsabilidad de los concejos distritales como el de La Tinguiña. Ramos dice que él no habría autorizado, por ejemplo, la construcción de San Ildefonso luego de la inundación de 1998. Según su opinión, en Ica hay cinco urbanizaciones en lugares indebidos. El alcalde dice que gestionará con los burgomaestres distritales de La Tinguiña y Los Aquijes la reubicación de las urbanizaciones San Ildefonso y Las Piedras de Buenavista. “[Los huaicos] van a seguir. Así se construyan muros en la quebrada de Cansas, va a llegar el agua. Y Las Piedras de Buenavista está cerca del cerro. Cuando llueve, ahí desfoga”, dice Ramos.

Así quedó la urbanización Las Piedras de Buenavista (Los Aquijes, Ica) luego de ser afectada por un huaico en la noche del martes 24 de enero. (Foto: Luis García Bendezú / El Comercio)

Respuesta empresarial

Este Diario conversó con representantes de las inmobiliarias Clasem (San Ildefonso) y Llaxta (Las Piedras de Buenavista). Aunque ambos proyectos son respaldados por Mivivienda, fuentes del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento señalan que no es su responsabilidad determinar la vulnerabilidad de las construcciones que promueven.

Clasem detalla que el proyecto San Ildefonso tiene habilitación urbana desde marzo de 1998, dos meses después de la inundación de Ica. A través de un correo, la empresa asegura que esta habilitación ha sido ratificada por la Municipalidad de La Tinguiña en el 2006 y el 2009. “En cuanto a las declaraciones del alcalde de Ica [de reubicar la urbanización San Ildefonso], no sabemos de la base técnica que la sustenta”, añade la inmobiliaria.

Gabriel Macedo, gerente general de Llaxta, señala que el huaico del martes llegó hasta la urbanización Las Piedras de Buenavista debido a que la quebrada Pedregal ha sido modificada por empresas de minería no metálica. “Hay canteras y huecos que causaron que el huaico derive por aquí en vez de irse por la quebrada que está lejos”, argumenta Macedo.

Mientras nos muestra los trabajos de reparación en Las Piedras de Buenavista, Macedo señala que esta urbanización no fue afectada por los huaicos de 1998 y no ha sido catalogada como zona vulnerable. No obstante, varios vecinos aseguran que las quebradas de Pedregal y Yaurilla –las más próximas a la residencial– suelen activarse cada cierto tiempo.

Las explicaciones no apaciguan a todos los vecinos. Algunos, como Orlando Ampuero, de la primera etapa de Las Piedras de Buenavista, evalúan acciones legales. “Cuando nos vendieron estas casas, nos dijeron que era un lugar seguro”, afirma Ampuero. Él ahora siente que los huaicos convirtieron su sueño de la casa propia en una pesadilla.

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