Sobreviviente: Mi casa se destruyó, pero no he querido dejarlos

A medida que va alzando vuelo el helicóptero MI-17 de la Aviación del Ejército, Franklin Zeña, abraza fuerte a los dos perritos que trajo consigo. 

“Mi casa se destruyó, pero yo no he querido dejarlos”, contesta el joven entre sollozos para explicar su llanto y el modo en que se aferra a las mascotas. Franklin está junto a parte de su familia y amigos, todos oriundos del caserío de San Pablo, distrito de Pacora, una de las zonas más afectadas en Lambayeque por las lluvias y el desborde del río La Leche. 

Frente a él, dos niños se abrazan de su madre. Jessica Vances no solo los tiene a ellos, está embarazada de ocho meses. Tras la inundación del 14 de marzo tuvo que esperar hasta hoy para salir por aire. “Nosotros no podíamos cruzar la chacra porque el río tapó todo, estuvimos pidiendo ayuda pero no nos pudieron rescatar hasta hoy”, dice Jessica. 

Minutos antes Franklin con Manuela Santiesteban, tía de Jessica, guiaron a los pilotos de la Aviación del Ejército para llegar hasta el lugar. El impacto del desastre ha sido tal, que la geografía de la zona cambió. Por eso Manuela, miraba sin parpadear a través de la ventana del helicóptero, señalaba el camino con sobresaltos y sus gritos superaban el propio ruido de las hélices de la nave. Cuando detectó el lugar, Franklin saltó hacia el comando del capitán, quien descendió inmediatamente.  

En el lugar el rescate fue rápido, todos salieron con ayuda de los integrantes de la Séptima Brigada de Infantería del Ejército. El Ejército junto a la Fuerza Aérea y la PNP han colaborado con el rescate de damnificados por las , en dos días calculan han salido de escombros y de las aguas más de 300 personas en esta parte del norte del país.

Una historia distinta ocurrió en el caserío de Mochumí, donde las personas se resistieron a dejar sus casas. Pese a los pedidos del personal de las FFAA, ellos prefirieron quedarse por miedo de perder lo poco que les queda. Este caserío como los otros que conforman el distrito de Pacora se mantienen en riesgo de inundación, sobre todo en las próximas tres semanas que se tienen previstas más lluvias.

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