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Migración venezolana en frontera norte al máximo de su capacidad | FOTOS
Johnny Aurazo

Ayer, hasta el cierre de esta edición, 4.861 venezolanos habían entrado al Perú por el Centro Binacional de Atención Fronteriza (Cebaf) de Tumbes. Anoche, a las 11:59 p.m., caducó el plazo que tenían estos migrantes para registrar su ingreso y así solicitar -hasta el próximo 31 de diciembre- el permiso temporal de permanencia (PTP), el documento que les permite trabajar legalmente en el país durante un año.

Según la Superintendencia Nacional de Migraciones, los venezolanos que entren al Perú desde hoy podrán permanecer 183 días con calidad migratoria de turistas. Si desean quedarse más tiempo, deberán tramitar su residencia. Migraciones descartó que se vaya a prohibir el ingreso de venezolanos.

“No habrá un cierre de frontera ni nada por el estilo. Algunos venezolanos piensan que a partir de mañana [hoy] no podrán ingresar al Perú, pero eso no es correcto. Nosotros trabajamos las 24 horas y los 365 días del año”, señaló Armando García Chunga, gerente de Usuarios de Migraciones.

La espera por un cupo

Pasadas las 6 p.m. de este miércoles, muchos venezolanos formaban aún largas filas en los exteriores de las oficinas de Migraciones para registrar su ingreso. En diálogo con El Comercio, García Chunga dijo que “harían lo posible para registrar a todos”.

El funcionario añadió que podrán solicitar el PTP los migrantes venezolanos que hayan ingresado con su pasaporte, cédula de identidad y también aquellos que hayan solicitado refugio al Ministerio de Relaciones Exteriores. “Lo que se exige es que hayan ingresado legalmente al Perú y registrado su ingreso al país en las oficinas de Migraciones [hasta las 11:59 p.m. de ayer]”, precisó el gerente de Migraciones.

Desde hoy, a los venezolanos que ingresen se les informará que entrarán como turistas y que ya no podrán solicitar el PTP. No obstante, en las últimas semanas varios han optado por pedir refugio, condición que también les permite trabajar en el Perú.

Algunas mejoras

Para ayer se esperaba la presencia de unos diez mil venezolanos en el Cebaf de Tumbes; sin embargo, ingresaron de Ecuador grupos más pequeños a los de días atrás y muy temprano abandonaron el lugar grupos grandes tras registrar su ingreso.

“Llegué al Cebaf hoy [ayer] a las 11 de la mañana y registré mi ingreso a las 3 de la tarde. Todo fue muy rápido”, contó Kellys Sanoja, quien dejó Venezuela el viernes 26 de octubre. “He llegado con mi hijo, de 1 mes de nacido, y mi papá. Ahora nos dirigimos hacia Lima”, añadió, emocionada.

Karla Flores, otra migrante que se desempeñaba como obrera en una empresa de alimentos en Aragua, registró su ingreso al Perú en menos de cinco horas tras haber llegado a la zona de frontera. “¡Por fin!”, exclamó.

La atención a los migrantes mejoró sobre todo porque Migraciones instaló ocho nuevos puntos de control en el Cebaf de Tumbes. Estos se sumaron a los 12 que operaban hasta la víspera. Además, se dispuso el traslado a Tumbes de 30 inspectores de migraciones desde Piura, Chiclayo, Trujillo y Lima. Personal de seguridad del Cebaf comunicó que la atención será “normal” hoy feriado.

-Población más vulnerable-

En la carretera que une el Centro Binacional de Atención Fronteriza (Cebaf) con la ciudad de Tumbes, José Antonio, de 8 años, mira a todos lados desorientado. Entiende que está en el Perú, pero no sabe cuándo llegará a Brasil, su destino final.

El 14 de junio, José Antonio salió con su madre, Carmen, de su natal Margarita. Vivieron cuatro meses en Colombia, pero como a su mamá no le fue bien, cruzaron la frontera con Ecuador y el domingo llegaron a Tumbes. Tras tres días de trámites en el Cebaf, ayer partieron hacia Boa Vista (Brasil), donde los espera un familiar.

Y dentro del Cebaf, Freddy Naranjo, de 34 años, intenta calmar a su hijo Matías, quien llora y presenta una herida en el rostro. El niño, de 2 años, tiene el dorso desnudo y tos. Han viajado siete días desde el estado de Lara (Venezuela).

Los niños y adolescentes venezolanos que llegan al Cebaf de Tumbes viven en duras condiciones. El viaje que hacen hasta el Perú les causa estrés, enfermedades diarreicas, pulmonares y de la piel. En el Cebaf deben dormir sobre frazadas, a la intemperie y el agua escasea.

De los 4.861 migrantes venezolanos que ingresaron al Perú hasta las 6 p.m. de ayer, 768 fueron menores. La asociación Prisma, que junto con Unicef ha instalado una carpa de atención para menores de 5 años, informó que los niños que ingresan al Perú presentan un peso menor que el promedio de su edad: 300 gramos menos.

El representante de la Defensoría del Pueblo en Tumbes, Abel Chiroque, sostuvo que esta situación se agrava, pues los niños pasan mucho tiempo en el Cebaf, mientras esperan que se regularice su ingreso

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