"La noción de la nación", por José Carlos Requena
"La noción de la nación", por José Carlos Requena
José Carlos Requena

Con la censura consumada a Jaime Saavedra la mañana del jueves 15 y el previo mensaje a la nación la noche del martes 13, se cerró la más reciente crisis afrontada por el régimen del presidente Pedro Pablo Kuczynski. Al margen de los debates sobre la pertinencia de la alocución presidencial, vale la pena anotar la necesidad del dichoso mensaje: una crisis sectorial se tornó, al menos mediáticamente, nacional. La ‘nación’, entonces, merecía una explicación. 

Pero la nación es mucho más grande que la capital y los rumores que la suelen surcar. Mientras en los ambientes políticos y mediáticos de Lima se debatía encendidamente sobre la permanencia de Jaime Saavedra en el Ministerio de Educación, lejos de la acalorada disputa la vida continuaba.

El miércoles 7, Jaime Saavedra se presentaba en el Congreso para responder las 18 preguntas del pliego interpelatorio. En Saramurillo (Loreto), se iniciaba el segundo día de diálogo que buscaba solucionar la larga protesta iniciada por los nativos.

La noche del lunes 12, las calles de Lima se llenaban de miles de manifestantes, muchos para defender al ministro, otros más para respaldar la reforma educativa, unos más para hacer patente su antifujimorismo, algunos para pedir que se vayan todos.

La manifestación se reprodujo en algunas ciudades del país, aunque con menores dimensiones. En la avenida Abancay, el ex secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez, pasaba casi seis horas declarando en la Fiscalía de Lavado de Activos.

El martes 13, la angustia agobiaba a muchos en Lima y las redes sociales no dejaban su vertiginosa actividad, esperando el mensaje a la nación anunciado por Palacio de Gobierno.

Por la tarde, dos efectivos policiales morían luego de un enfrentamiento con un grupo de narcoterroristas en el Vraem.

El miércoles 14, unos criticaban el tenor del mensaje presidencial; otros lo celebraban. En el Congreso, el vicepresidente Martín Vizcarra informaba que en la zona donde se desarrolla el proyecto minero Las Bambas “existen agentes que tratan de confundir a la población”.

El jueves 15 por la mañana, mientras en el Congreso se debatía su censura, el aún ministro Jaime Saavedra supervisaba el estado de la infraestructura educativa en Ayacucho. Según reporta El Comercio, varios escolares agradecieron personalmente al ministro por su gestión. “Muchas gracias, ministro, no se vaya”, decían los estudiantes.

El debate político y el solo hecho de que haya forzado un mensaje presidencial interpelan sobre la idea de ‘nación’ que tiene la clase política asentada en Lima, y quienes siguen apasionadamente su (errático) desempeño. La noción –idea general que se tiene sobre algo– de nación que prima parece tener límites geográficos y temáticos muy reducidos.

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