En el colegio Miguel Cortés, ubicado en el distrito de Castilla (Piura), hay 518 damnificados por el desborde ocurrido el lunes último. Ellos ocupan 100 carpas instaladas por el Gobierno Central debido a que sus viviendas colapsaron tras la inundación provocada por el fenómeno de El Niño costero.(Video: Enrique Vera / El Comercio)
Se trata de al menos 100 familias que provienen de la localidad de Nuevo Catacaos, del asentamiento humano Cuatro de Mayo y de los distritos de Cura Mori y El Indio. El Comercio constató esta tarde que cada familia tiene una historia de dolor y supervivencia. La mayoría dice que no fueron advertidos de que el caudal del río iba a arreciar el lunes. Por ello, aseguran, permanecieron en sus casas y quedaron atrapadas por el agua y el lodo.
En este refugio temporal, cada carpa es ocupada por grupos de 5 a 8 personas. Hay recién nacidos, adultos y personas de la tercera edad que deben dormir en espacios de no más de dos metros cuadrados. Su principal pedido, además de agua y comida, son repelentes. El agua estancada en las calles cercanas se ha convertido en enormes criaderos de zancudos. Pese a esto, el personal del Ministerio de Salud señala que aún no se puede hablar de una plaga.(Video: Enrique Vera / El Comercio)
Desde que estas familias han sido trasladadas al refugio de Castilla, sus casas -o lo que quedó de ellas- siguen siendo debilitadas por la inundación. Muy pocas personas han podido regresar y rescatar lo poco que les quedó. "Vivimos resignados ya. Lo hemos perdido todo. Ahora solo velamos por nuestra salud y la de nuestras familias", dicen.
Personal de la Municipalidad de Castilla está a cargo, por el momento, de la alimentación de los refugiados.
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Piura: rescates están a punto de culminar en el Bajo Piura https://t.co/yQMit5m1xv pic.twitter.com/cqwjNNeCLH— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) 29 de marzo de 2017