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Juan Pablo II en Perú
Luis García Bendezú

Entre el 1 y el 5 de febrero de 1985, el papa Juan Pablo II visitó el Perú por primera vez. En esa oportunidad, el pontífice no solo recorrió la capital sino que viajó a Arequipa, Cusco, Ayacucho, Cusco, Piura, Trujillo (La Libertad) e Iquitos (Loreto) para dar un mensaje de fe y aliento a los peruanos. Por esos días, nuestro país atravesaba una de sus peores crisis económicas (agravada por el Niño de 1983) y la amenaza del terrorismo estaba más latente que nunca. 

La visita de Juan Pablo II coincidió, por ejemplo, con el cambio de moneda. El inti reemplazó al sol de oro a partir del 1 de febrero de 1985, en uno de los últimos esfuerzos del gobierno de Fernando Belaúnde Terry por frenar una inflación que sería de 158% a final de ese año. El fracaso del inti, sin embargo, fue rotundo. La inflación no retrocedió sino hasta 1991, en el primer gobierno de Fujimori.

(Foto: Archivo Histórico de El Comercio)
(Foto: Archivo Histórico de El Comercio)

Respecto a la violencia, el panorama era aterrador. En 1985, Sendero Luminoso ponía en práctica lo que este grupo terrorista llamaba ‘el gran salto’, que implicaba la radicalización de la violencia y la captación de nuevos adeptos, sobre todo en Lima. La guerra ya no se sufría solo en Ayacucho, sino que se había extendido a Junín, Pasco y Huancavelica.

Según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, 1984 fue el año en el que más víctimas se registraron en todo el período de violencia (entre 1980 y el 2000). Unas 4.086 personas fueron asesinadas o desaparecieron ese año, y otras 1.397 en el año 1985.

Juan Pablo II no pasó por alto el horror que vivía el Perú. El 3 de febrero, luego de visitar Cusco, pasó 105 minutos en Ayacucho. Desde un estrado instalado en el aeropuerto, condenó el terrorismo y pidió a los jóvenes no seguir ideologías violentistas.

“La lógica despiadada de la violencia no conduce a nada. Si vuestro objetivo es un Perú más justo y fraterno, buscad los caminos del diálogo”, dijo Juan Pablo II en la cuna del senderismo, que estaba bajo control militar desde 1983. 

La llave que no recibió
Cuando el papa Juan Pablo II llegaba a una ciudad peruana, lo usual era que fuera recibido por las autoridades municipales. No obstante, esto no ocurrió en Huamanga (Ayacucho), ciudad que era gobernada por la alcaldesa Leonor Zamora Concha. Según consta en un artículo publicado en El Comercio el 5 de febrero de 1985, Leonor Zamora no se reunió con el Papa debido a un altercado con la policía.

Vale señalar que desde 1983 Ayacucho se encontraba bajo el control de los militares. Además, Leonor Zamora había denunciado varias violaciones de derechos humanos cometidas por los agentes del orden en 1984. Según consta en los archivos de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, Leonor Zamora fue asesinada por un integrante del antiguo Servicio de Inteligencia el 21 de diciembre de 1991. 

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