(El Comercio)
Jorge Falen

En la misma semana en que una mujer murió quemada a manos de su ex pareja en una peluquería en Tarapoto, y que otras dos fueron desfiguradas por sus convivientes en Arequipa (una de ellas con un taladro), los resultados de la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes 2016) reflejan una realidad en relación a la violencia familiar en el Perú.

Según este estudio, el 68,2% de las mujeres en el país han sido víctimas de violencia psicológica, física o sexual alguna vez por parte de sus respectivas parejas. Si bien esta cifra disminuye en 2,6 puntos porcentuales respecto al año anterior y 6 puntos en los últimos cinco años, aún se mantiene en niveles muy elevados. Además, el 10,8% de las mujeres fueron víctimas de violencia física o sexual en los 12 meses previos a la realización de la encuesta. El 2016 fue un año especialmente crítico debido a las continuas denuncias por violencia contra la mujer. En agosto se organizó la marcha Ni Una Menos, para protestar contra este tipo de agresiones. De otro lado, el 49,1% de las mujeres encuestadas dijeron que alguna vez sus parejas las agredieron físicamente cuando se encontraban bajo los efectos del alcohol o drogas. Dicha cifra aumenta en áreas rurales (56,7%) y cuando las víctimas son mujeres sin acceso a la educación (65,6%). Este tipo de violencia exhibe marcados contrastes en el ámbito regional. Las regiones de la sierra sur y la selva son las que presentan mayores índices de maltrato a la mujer. La lista la encabezan Apurímac y Puno, donde 8 de cada 10 mujeres dicen haber sufrido algún tipo de maltrato a lo largo de su vida. En Amazonas y La Libertad son 6 de cada 10 mujeres. Los índices de violencia también se perciben en la educación de las niñas en sus hogares. Los padres encuestados reconocen que el 20% de los castigos a sus hijas se aplican en forma de golpes o castigos físicos, y el 52% como reprimendas verbales. —Impunidad— Aníbal Sánchez, jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), a cargo de la Endes 2016, dijo, durante la presentación de los resultados de la encuesta, que las altas tasas de violencia están acompañadas por un menor nivel de denuncia ante las autoridades. Aunque el 27% de las víctimas acuden a alguna entidad relacionada con el tema de la violencia familiar (como los centros de emergencia mujer), solo el 14% de ellas interponen denuncia ante la policía, según Sánchez. El 44% de las víctimas hablan con su propio entorno, generalmente la madre o amigos cercanos. “A veces hay inhibición de la mujer de ir a comisarías u otros lugares. Pero la denuncia no realizada genera impunidad y afecta un fenómeno de esa naturaleza”, dijo el funcionario.  —Datos— 49,1 % de mujeres dicen que fueron víctimas de maltratos físicos cuando sus parejas estaban bajo los efectos del alcohol o drogas. 14% de mujeres agredidas acuden a la policía a denunciar a sus atacantes. El 44% de ellas lo comentan con familiares y amigos.

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