¡Qué regias las regiones!, por José Carlos Requena
¡Qué regias las regiones!, por José Carlos Requena
José Carlos Requena

Un audaz gesto del Gobierno hacia las regiones ha originado gran entusiasmo: el primer encuentro entre gobiernos regionales y el Ejecutivo (GORE-Ejecutivo). Según destacaba la , los días 1 y 2 de setiembre “se produjeron 98 reuniones sistematizadas y se establecieron 17 estaciones de información funcionando de manera permanente, así como 11 salas de reuniones simultáneas”.

El encuentro fue coronado con una impactante fotografía de cierre, fácilmente confundible con una cumbre internacional. Se busca forjar una alianza directa con los gobiernos regionales que contrapese, de alguna manera, la desventaja del oficialismo en el Parlamento.

No es el primer gesto del Ejecutivo en esta dirección. En junio, Pedro Pablo Kuczynski y sus principales colaboradores, incluyendo su vicepresidente Martín Vizcarra, se reunieron en Cusco con autoridades regionales y locales. Además, solo el primer mes de su gestión Kuczynski había visitado cuatro regiones (Puno, Madre de Dios, Arequipa y Tacna), un ritmo mayor al ejercido en la campaña de segunda vuelta.

Se entiende el ánimo oficialista. A la precaria representación en el Parlamento (18 curules de 130), se debe agregar que esta tiene una alta concentración capitalina: 11 parlamentarios representan a Lima y Callao (10 y 1, respectivamente). La representación no capitalina se limita a seis regiones: Arequipa (2), Ica, Junín, Lambayeque, Loreto y Moquegua.

Las intensas reuniones bilaterales y de coordinación crean espacios de diálogo. También originan compromisos que el Ejecutivo tendrá que cumplir con celeridad si es que se quiere mantener el entorno aparentemente positivo.

Además, no debe entenderse que los nuevos aliados cumplirán necesariamente con su parte. En la reunión sostenida el 9 de agosto con los gobernadores regionales de la macrorregión oriente, se indicó que la “protección de la Amazonía” sería “uno de los ejes de su desarrollo”. El portal Ojo Público denunció esta semana que la construcción de una carretera que “facilita el ingreso de taladores ilegales y buscadores de oro en la Reserva Comunal Amarakaeri y el Parque Nacional del Manu” continuaba, con el entusiasta apoyo del Gobierno Regional de Madre de Dios.

La relación fluida con las regiones, más que objeto de gestos, debería aterrizar en la ansiada descentralización. Para ello, el Ejecutivo debería luchar contra la inerte “renuncia al rol rector”, que describe Carlos Casas (El Comercio, 08.09.2016), y arribar a funciones clave: no solo “planificar sino también evaluar resultados y, sobre todo, coordinar”.

La sola celebración de las escenografías entraña el riesgo de la autocomplacencia “¡Qué regias las regiones!”, puede escucharse en la siguiente cita, mientras se acumulan compromisos de cuyo cumplimiento se mantienen mutuas y fundadas dudas.

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