La sobrepoblación en las cárceles del Perú es de 132%

Construir más cárceles, pero que estén muy alejadas de las ciudades. Ese fue un planteamiento común en el debate de candidatos presidenciales. 

Alan García, por ejemplo, resucitó la idea de recluir a los delincuentes más peligrosos en cárceles amazónicas, como ocurrió en el Sepa (Ucayali) hasta 1987. Una cárcel tan aislada que no necesitaba muros. Keiko Fujimori planteó la instalación de prisiones a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, donde no haya señal de telefonía. 

Y es que una de las características de los presos de hoy es que siguen delinquiendo desde los cárceles –e incluso aprenden nuevas formas de hacerlo–. Muchas llamadas extorsivas salen de penales. Esto se debe en parte a la corrupción en el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), que permite la entrada de celulares y otros dispositivos, y también a que los penales no cuentan con bloqueadores de telefonía móvil e Internet. 
El gobierno contrató en el 2014 la instalación de bloqueadores en 34 centros penitenciarios. Sin embargo, a febrero de este año, solo dos tienen el 100% de la señal bloqueada, para esta fecha se esperaba que fueran siete. En su plan de gobierno, Pedro Pablo Kuczynski (PPK) afirma que es urgente terminar la instalación este año.  

No entra ni un alfiler

Solo en Lima, al día llegan hasta 30 nuevos procesados a la carceleta del Poder Judicial para ser enviados a prisión. Y es que uno de los principales problemas del sistema penitenciario es el hacinamiento. Hay 77.298 reclusos cuando la capacidad carcelaria es de 33.337, una sobrepoblación de 132%, según el INPE. 

Según el Comité Europeo para los Problemas Criminales, cuando la sobrepoblación es mayor al 20% se considera un hacinamiento crítico. 

Más espacio

¿Construir más cárceles es la solución? Para Keiko Fujimori, sí lo es. Según su plan de gobierno, se deben construir los penales necesarios para cubrir la población, incluidos aquellos tipo factoría que promuevan los empleos técnicos para los internos. 

De acuerdo con Héctor Bellido, presidente del Instituto Cultural Política, la construcción de 20 penales modernos –como propone Fujimori– para 2.500 reos costaría cerca de US$1.000 millones más mantenimiento, lo que según sus cálculos equivaldría a US$4,8 millones anuales por carcel durante 25 años con una tasa de financiamiento del 5%. 

El año pasado, se promulgó un decreto legislativo que establece que el sector privado puede invertir en alianza con el público en la construcción, diseño, financiamiento, mantenimiento, servicios de salud, comida y lavandería y seguridad penitenciaria.

Menos presos

PPK propone reducir la sobrepoblación carcelaria al 30% para el 2021 promoviendo la participación del sector privado. 

Para lograrlo, plantea fortalecer el sistema de medidas alternativas a la privación de libertad como el uso de los grilletes electrónicos –iniciativa que también propone Fujimori– para quienes hayan cometido delitos no muy graves. Asimismo, quiere reducir de 50% a 35% el número de reos sin sentencia.

Verónika Mendoza propone reducir las detenciones preventivas masivas para reducir el hacinamiento, aunque no detalla qué hacer con esos delincuentes.  

Alfredo Barnechea y Alan García no proponen en su plan de gobierno medidas en el sector penitenciario. 

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