Crónica: los guardianes de la Sierra del Divisor

La Sierra del Divisor, ubicada entre Ucayali y Loreto, es un paraíso verde de casi un millón y medio de hectáreas. En esta zona protegida destaca un complejo montañoso ubicado en pleno llano amazónico, único en toda la región. Alrededor y dentro de la Sierra del Divisor existen shipibos conibos e isconahuas, e incluso grupos no contactados.

En el año 2006, se declaró a la Sierra del Divisor como área natural protegida, como categoría previa a la de parque nacional. Aún no se consolida su categorización, y por lo tanto no se puede establecer mecanismos de defensa contra sus amenazas: la tala ilegal, la minería y, más recientemente, el cultivo de hoja de coca destinado al narcotráfico.

En el área protegida Sierra del Divisor trabajan 14 guardaparques. En una zona tan extensa, tan agreste y tan amenazada, su presencia es insuficiente ante todos los peligros que acechan. La Sierra del Divisor lleva nueve años esperando convertirse en Parque Nacional.

Luis Vargas fue cazador furtivo en la selva: mataba animales del monte para comer. Roy Percy Gonzáles ayudaba a su padre a talar árboles de manera ilegal y vendía la madera: lo hacían para subsistir. Ahora ambos son dos de los más reconocidos guardaparques de la zona reservada Sierra del Divisor, y se encargan de que las nuevas amenazas no se concreten. Por las distancias, el escaso presupuesto y los riesgos, de su trabajo depende el frágil equilibrio de una zona selvática única

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