Fernando Alayo Orbegozo

Positiva o negativa. Para un sector de la sociedad peruana, la migración venezolana se reduce a esa dicotomía, lo que ha derivado –en las últimas semanas– en actitudes negativas que ya se demuestran en cifras: según una reciente encuesta de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), realizada en cinco ciudades del país, un 62% de dijo haberse sentido discriminado, sobre todo por su nacionalidad.

Sin embargo, la constante llegada de migrantes desde –una respuesta a la crisis humanitaria provocada por el régimen de Nicolás Maduro– no se ha detenido: a fines de setiembre se contaban 865 mil venezolanos en el territorio nacional, de acuerdo con la Superintendencia Nacional de Migraciones. Un flujo migratorio que, si bien no se interrumpirá en el corto plazo, ya empieza a modificar sus características.

Más mujeres migrantes

Los ciudadanos venezolanos que ingresan al Perú a través del Centro Binacional de Atención en Frontera (Cebaf) de Tumbes son, mayoritariamente, personas jóvenes en edad de laborar (entre los 18 y 30 años). Esa es la principal conclusión de la sexta edición del estudio “Monitoreo de flujo de población venezolana en el Perú”, elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al cual accedió El Comercio.

Este se hizo a partir de encuestas efectuadas en los Cebaf de Tumbes y Tacna en julio de este año, una fecha posterior a la entrada en vigencia de la visa humanitaria que exige el Estado Peruano a los venezolanos que deseen entrar al país (15 de junio). Respecto a quienes llegaban a la frontera norte, el reporte reveló que el 46% demoró hasta siete días en arribar desde Venezuela; mientras que un 19% tardó de 90 días a más.

Sin embargo, la cifra más llamativa tiene que ver con el sexo de los migrantes: por primera vez, la OIM ha identificado que son más mujeres (58%) que hombres (42%) los que solicitan ingresar al territorio nacional. En la encuesta anterior, publicada en mayo de este año, la dinámica era distinta: los hombres sumaban un 57%; las mujeres, un 43%.

Asimismo, también se ha registrado un cambio de tendencia respecto al estado civil: en mayo, los venezolanos encuestados en Tumbes eran mayoritariamente solteros (58%); ahora se ha reportado que el primer lugar corresponde a los casados o convivientes (49%), seguidos muy de cerca por los solteros (47%).

Por la reunificación familiar

La explicación a estos nuevos fenómenos migratorios, sostuvo la OIM, es la búsqueda de la reunificación familiar. Según la entidad, el hecho de que cada vez lleguen más mujeres venezolanas al Cebaf de Tumbes, así como personas casadas o convivientes, responde a que tienen familiares varones que llegaron antes a nuestro país, se enfrentaron a los retos de integración y los riesgos del viaje, y se establecieron.

Esta tendencia también la confirmó la ONG Unión Venezolana en el Perú, a través de su presidente Óscar Pérez: “Desde hace unos meses estamos viendo que se ha incrementado la llegada de madres de familia o de las parejas de los hombres que arribaron primero. Estas mujeres, además, viajan regularmente con sus hijos menores de edad”.

El reciente estudio de la OIM también mostró que el 38% de los niños y adolescentes que entraron al país lo hicieron con sus padres; en tanto, el 35% llegó con solo uno de ellos (padre o madre) para reencontrarse con el otro. Según Pérez, esto también coincide con el fin del año escolar en Venezuela, que a diferencia del Perú suele darse entre julio y agosto.

“Por ello, pedimos de manera muy respetuosa al Gobierno Peruano que ratifique y mantenga las excepciones establecidas en la visa humanitaria para la reunificación familiar”, dijo.

Identificación y estudios

El Gobierno Peruano estableció que los migrantes venezolanos exonerados de tramitar la visa humanitaria para ingresar al país son los menores de edad en tránsito para reencontrarse con sus padres, así como los mayores de edad que buscan reunirse con su núcleo familiar residente. Ellos pueden ingresar sin la exigencia del pasaporte, es decir, solo con su cédula de identidad.

La OIM reportó en su informe que el 65% de migrantes utiliza la cédula para entrar al país, pese a que no necesariamente pueden acogerse a las excepciones. Esto, porque no cuentan con el pasaporte requerido (la ONG Unión Venezolana en el Perú estima que tramitarlo en Venezuela puede llegar a costar US$5.000), lo que generaría riesgos para ellos “como ser objeto de tráfico ilícito de migrantes”.

Por otro lado, sobre el nivel de estudios de los venezolanos que llegan a la frontera norte, la entidad identificó que solo el 19% ha culminado sus estudios universitarios o técnicos superiores. En el primer estudio realizado por la OIM en el 2017, la cifra de personas con estos niveles académicos era de 68%, es decir, en apenas dos años se ha reducido en 49 puntos porcentuales.

Para Pérez, el hecho de que haya disminuido la llegada de migrantes profesionales o técnicos se debe a que han comenzado a migrar los estratos sociales más bajos de Venezuela. “Inicialmente considerábamos que estas personas de condición socioeconómica más vulnerable se habían resignado, pero al ser los más golpeados han optado por salir de allá”, concluyó.

-“Es normal que países traten de regular flujos migratorios”-

Entrevista a Jorge Baca Vaughan, jefe de misión de la OIM en el Perú.

¿Cómo describiría la actual dinámica de la migración venezolana en el Perú?

Bastante intensa. En este momento, en la región y fuera de ella hay 4,3 millones de migrantes venezolanos, y el Perú es el segundo país con la mayor cantidad después de Colombia, con 865.000. Al 2020 la cifra en el país no aumentará significativamente, ya que sería de entre 900.000 y un millón de migrantes.


¿La aplicación de visas ha tenido un impacto?

Sí. Cada país puede desarrollar políticas para controlar los flujos migratorios. La cuestión es: ¿hasta qué punto impiden que las personas que requieran protección internacional accedan a esta ayuda? En esa línea, hay que reconocer el gran esfuerzo del Estado Peruano en la atención de la población venezolana.


¿Que el Perú solicite visas es positivo?

Es normal que los países traten de regular los flujos migratorios y requieran visas, una vez que las cifras de migrantes van incrementando. Lo importante es tratar de dar acogida a los más necesitados. Somos respetuosos de la decisión del Estado Peruano.


¿Hay alguna solución contra la xenofobia?

Ponernos en los zapatos del otro. A veces nos enfocamos en la supuesta carga social que representa el migrante, pero el estudio de la OIM demuestra que quienes más llegan al Perú son ciudadanos económicamente activos, de entre 18 y 24 años, gente sana y dispuesta –debido a su buen nivel académico– a integrarse a la sociedad y generar un valor agregado.

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