Las veredas deben adaptarse al crecimiento, por Angus Laurie
Las veredas deben adaptarse al crecimiento, por Angus Laurie
Redacción EC

Según El Comercio, identificó 15 paraderos en los corredores viales que necesitan reubicarse, pues bloquean las veredas de las avenidas Javier Prado y Arequipa, formando cuellos de botella al movimiento peatonal y en particular para las personas con discapacidad.

Esta información está relacionada con las distintas investigaciones que he realizado sobre las veredas en Lima en los últimos años. Estas encontraron que muchas de ellas, cerca de los paraderos de buses, están por encima de su capacidad. Ejemplos son las que están afuera de los paraderos del Metropolitano y del tren eléctrico (línea 1 del metro). Estas estaciones fueron ubicadas sin tener en cuenta cómo el espacio público puede recibir a los pasajeros que entran y salen de las estaciones. Para entrar a la estación Angamos en la mañana, por ejemplo, se requieren esfuerzo físico y mucha paciencia.

En el Centro Histórico, las veredas que lo vinculan con los paraderos de las avenidas Tacna y Abancay, en los jirones Huallaga, Junín y Cusco, entre otros, también están colapsadas. Mientras que el 80% del ancho vial está dedicado a los automóviles, un estudio, que he dirigido en el 2011, encontró que hay 20 peatones por cada auto en el damero de Pizarro y, en muchas calles, las personas que usan sillas de ruedas tienen que bajar a la calzada, junto con los automóviles, porque no pueden transitar por las veredas.

Por otro lado, parte del problema está en el Reglamento Nacional de Edificaciones (RNE), que establece los estándares para el ancho de las vías, incluyendo veredas de 1,8 m de ancho para vías principales y de 1,2 m de ancho para vías secundarias. Mientras estas son adecuadas en zonas suburbanas, no responden a la realidad de Lima, donde las calles se tienen que acomodar a millones de peatones diarios. 
Muchas veredas con altos flujos peatonales recorren en paralelo a las futuras líneas de metro, incluyendo en las avenidas Javier Prado, Arequipa, Paseo Colón y Wilson. Si existe un problema de congestión peatonal hoy en día, va a ser mucho peor cuando el sistema de metro empiece a operar. Para que las futuras líneas de metro funcionen adecuadamente, sin repetir los mismos errores de la línea 1 del metro y del Metropolitano, será necesario hacer un reacondicionamiento de las avenidas y calles de Lima y ganar más espacio para los peatones.

En el caso de la línea 4, que supuestamente pasará por debajo de las avenidas Faucett, La Marina y Javier Prado, sería necesario ampliar las veredas, incluso si eso significa reducir el número de carriles para autos.

Más que ampliar las vías vehiculares, hagamos crecer el sistema vial peatonal para adaptar a Lima hacia su futuro crecimiento.

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